De los comienzos en Teruel a las amplias muestras en Ponferrada «Camino de la cruz», una muestra para todos

Un pintor que pinta para que todos, sin distinción alguna, disfruten de su obra, que, al fin y al cabo, es un «reflejo de sí mismo», asegura Gómez Domingo. Desde que el pasado 19 de junio, Camino de la cruz fue inaugurada, ha recibido el calor de un público de calidad, que ha sabido apreciar la sensibilidad de este artista. Con estas palabras, Gómez Domingo explicaba el por qué de su muestra tras la apertura: «Con estos cuadros intento aportar mi granito de arena a la pintura religiosa con el mismo enfoque actual que trato de impregnar a todos mis cuadros. Sé que esta temática no es muy comercial, pero siempre ha estado latente en mí, desde que pinté a los 17 años un cuadro de un monaguillo. Pero esta es la primera colección monotemática que espero ampliar con otras siete obras de la Pasión». Un artista vocacional, pero que desde el principio apreció la realidad de los pintores. «Yo siempre quise ser pintor, pero pintar con entera libertad. Sabía que de eso no se podía vivir; sí que se podía vivir, pero pero pintando lo que los demás quieren, lo cual, te quita mucha libertad». Y añade, «si yo viviese de la pintura, sería una empresa y tendría que hacer propaganda de mí mismo porque sólo sería el producto y eso, no me gusta». Así, con esta teoría, Domingo disfrtuta de la enseñanza y de su libertad como pintor.