El gran incendio fue económico

Mientras el mundo se lleva las manos a la cabeza ante la catástrofe griega, hay ya voces que advierten que las llamas se han convertido en una estrategia política de cara a las próximas elecciones generales del próximo 16 de diciembre. Los damnificados ya han expresado su indignación ante el Gobierno del conservador Costas Karamalis y todo apunta a que el ambiente va a estar muy caliente hasta el día de los comicios. Mientras aviones cisterna y helicópteros procedentes de la ayuda internacional llegan a Grecia, los turoperadores europeos anuncian la suspensión de sus paquetes al Peloponeso (un drama si tenemos en cuenta que estamos en temporada alta y gran parte de la economía de este país depende de los ingresos por turismo). Afortunadamente, siguen funcionando con normalidad todos los programas que tienen como destino las islas del mar Egeo, aproximadamente 1.400 y todas ellas comunicadas entre sí por ferris. Pirómanos Grecia vive sumida en un caos donde se hace necesario encontrar culpables. Sobre todo si tenemos en cuenta que, según los datos ofrecidos por las autoridades, todo apunta a que los fuegos han sido intencionados y hay ya más de 30 personas detenidas. El Gobierno ha anunciado recompensas de hasta un millón de euros para quien aporte información sobre los posibles pirómanos. Pero si el fuego es malo, peor es lo que puede llegar. Desde la UE ya advierten del peligro de inundaciones que va a sufrir Grecia este invierno, ya que la sequedad de la tierra producida por el fuego impedirá que el agua de la lluvia se filtre como debería.