SsangYong Kyron, lavado de cara y más motor 4x4 conectable
Cambio automático, suspensión trasera, actualización estética, sólido bastidor y motor turbodiesel (165 CV) heredado del Rexton y Rodius. La tarifa del renovado SsangYong Kyron oscila entre 28.300 y 35.200 euros
Cambio automático y suspensión trasera independiente. Con estos mimbres, unidos a unas pinceladas estéticas en clave de modernidad, el remodelado Kyron mejora la imagen de un fabricante especializado en realizaciones SUV con, también, evidentes aspiraciones TT por su chasis de largueros y travesaños, además de la tracción total conectable y la reductora. Incluso podría hablarse de un todoterreno más que de un SUV por sus aptitudes de utilización fuera del asfalto. Hasta la fecha, el Kyron, que ha superado las 6.000 unidades vendidas en el mercado español desde su aparición hace ahora un año y medio, sólo contaba con una motorización diesel de dos litros y 141 CV. La llegada de la versión 270Xdi, con 165 CV, deberá suponer un punto de inflexión en las ventas de un modelo que, eso también, ofrece una buena relación precio/prestaciones. Desde le punto de vista estético, el remodelado Kyron que ahora propone SsangYong adopta un frontal con nuevas ópticas, una sobredimensionada parrilla, un paragolpes de nueva factura con antinieblas integrados y un capó de formas más suaves. A la vez que las llantas de cinco brazos y 18 pulgadas contribuyen a la modernidad estética y funcional del Kyron. Aunque donde quizá más se noten los cambios sea en una zaga que adopta unos inéditos grupos ópticos, una sobredimensionada luneta posterior y un portón que también varía su diseño gracias a unas nuevas nervaduras. El interior permanece prácticamente invariable. Sólo la tonalidad anaranjada del cuadro de instrumentos y unas aplicaciones en símil carbono distinguen mínimamente esta versión de su antecesor y, según acabados, se abandona la anterior tonalidad gris del salpicadero y consola central en favor del tono gris o beige. Es en el capítulo mecánico donde el remodelado Kyron gana enteros con la adopción de la mecánica 5 cilindros turbodiesel de 165 CV -herencia Rodius y Rexton- que viene a complementar al ya conocida versión de 141 CV con, como puede suponerse, evidentes ventajas prestacionales de utilización práctica. Esta nueva mecánica viene unida -de serie- al cambio manual de 5 velocidades, aunque el fabricante ofrece también una recomendable opción (no precisamente barata, 2.300 euros) de caja automática secuencial, también de 5 marchas -la que Mercedes denomina T-Tronic- y con mandos en el volante, que se muestra especialmente efectiva en su funcionamiento. Una alternativa, esta del cambio secuencial, que viene aparejada a la suspensión trasera independiente -eje rígido en el resto de la gama- tal como SsangYong propugna en el Rexton II (181 CV). Con dos versiones de acabado (Premium y Limited), el Kyron sigue ofreciendo un completo equipamiento de serie. Desde la versión de acceso Premium, se montan ocho airbag, ESP con control de tracción TCS, antivuelco ARP, diferencial trasero de deslizamiento limitado LSD, control de descenso HDC, frenos con ABS (BAS y frenada de emergencia EBD), climatizador, tracción total conectable. La versión tope de la gama, el Limited, añade la tapicería de cuero, los retrovisores exteriores plegable eléctricamente y el techo solar motorizado. En condiciones normales de uso, el Kyron actúa en propulsión trasera (2H), con la posibilidad de engranar a 4x4 (4H) en marcha y por debajo de 70 Km/h., con sólo pulsar un botón situado en la consola central. En posición 4H el diferencial central manda un par constante del 50/50 sobre ambos trenes. En terreno complicado, se cuenta también con la reductora (posición 4L) que cuenta con un dispositivo que impide una mala utilización: es necesario pisar el embrague hasta que aparezca fijo, en el cuadro de instrumentos, el testigo luminoso de la tracción. También el ESP actúa como autoblocante y puede desconectarse para circular por zonas delicadas (barro, arena...) y para grandes pendientes se cuenta con la ayuda del sistema de control de descensos, en «colaboración» con el ABS y el ESP, al objeto de limitar la velocidad del vehículo en bajadas muy pronunciadas.