Los huracanes también podrán aparecer en el Mediterráneo
Según un estudio, si la temperatura actual de la superficie del mar aumenta tres o cuatro grados se producirá una evaporación suficiente como para que se formen estos fenómenos extremos
En una investigación realizada por científicos españoles, dirigida por el físico Miguel Ángel Gaertner, de la Universidad de Castilla La Mancha, se afirma que el Mediterráneo podría ser el escenario de un fenómeno insólito: la aparición de huracanes. El aumento de la temperatura de la superficie del mar y la inestabilidad atmosférica asociada al cambio climático proporcionarían el escenario ideal para que se formaran y desarrollaran estos fenómenos extremos. Según Gaertner, si la temperatura del Mediterráneo supera los 27 grados durante el verano se produciría una evaporación suficiente como para que en determinadas condiciones atmosféricas se formasen huracanes. El agua del mar Mediterráneo tiene actualmente una temperatura que supera los 24 grados, aunque a nivel local en ocasiones puede ser superior. Las proyecciones del clima realizadas por el equipo investigador español indican que los factores que favorecerían la aparición de huracanes serían un aumento de 3-4 grados de la temperatura del mar (lo que supondría un incremento de la temperatura del planeta de tres grados), elevada humedad ambiental y un determinado tipo de viento cercano a la superficie. De momento, no existe motivo para la alarma. Las proyecciones del equipo investigador indican que los huracanes no se formarían antes de finalizar el siglo, aunque «debe considerarse como una llamada de atención ante el peligro que suponen las emisiones de gases de efecto invernadero». Se trata de un primer estudio con cuyos resultados no puede determinarse ni la intensidad de los mismos ni las zonas que se verían más afectadas. Por eso, los científicos quieren ampliar la investigación introduciendo datos de modelos globales con mayor resolución que los del modelo regional utilizado. El doble de huracanes Gran parte de la comunidad científica internacional sostiene que el cambio climático es la principal causa del aumento de huracanes en el Atlántico Norte. En este sentido, un estudio del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (EEUU) afirma que el calentamiento de la superficie del océano y la variación en los patrones del viento han duplicado el número de huracanes en el último siglo. La investigación se ha centrado en los huracanes y tormentas tropicales que nacen durante el verano en las costas occidentales de África, cuya fuerza se incrementa a medida que avanzan hacia el oeste y se internan en el Golfo de Méjico o impactan sobre las costas de Centroamérica y EEUU. El estudio identifica tres periodos desde 1900 durante los cuales se produce un pronunciado cambio en la media anual de huracanes y tormentas tropicales. En el primero (1900-1930), se produjo una media de seis tormentas tropicales; en el segundo (1930-1940), la media anual fue de 10, mientras que entre 1995 y 2005 el promedio llegó a 15. Según Greg Holland, uno de los autores de la investigación, estas cifras indican que el cambio climático es un factor importante en el número de huracanes del Atlántico y, aunque no se atreve a hacer predicciones catastrofistas, advierte que el actual período todavía no se ha estabilizado, lo que significaría que la media en el número de huracanes podría ser más alta en los próximos años. Lo más interesante del estudio es que los cambios en la cantidad de tormentas formadas se produjeron un año después de que el termómetro registrara un aumento en la temperatura promedio en la superficie del mar. En concreto, justo un año antes del crecimiento en la cantidad de las tormentas, la temperatura superficial del mar registró un aumento de 0,4 grados. Los científicos indican que estudios científicos anteriores señalan que el aumento de la temperatura del océano es atribuible al fenómeno del calentamiento global. A pesar del aumento en el número y frecuencia de las tormentas, la proporción entre huracanes y tormentas tropicales se ha mantenido sin variaciones importantes a lo largo del siglo. Hasta ahora, los huracanes han representado alrededor del 55% de todos los ciclones tropicales que nacen en el Atlántico. Sin embargo, la proporción de huracanes más violentos, es decir, aquellos con vientos sostenidos de casi 200 kilómetros por hora, ha oscilado irregularmente y durante los últimos años ha aumentado en relación con los menos intensos