Land Rover, 60 años a pie de obra...

Cinco modelos en cinco años. Land Rover ha abordado el plan más ambicioso de su historia con una profunda transformación de toda su gama lo que, entre otras cosas, ha permitido al carismático fabricante de 4x4 batir su propio récord comercial en los dos últimos años. Las previsiones de Land Rover, aún en la órbita del óvalo de Ford, prevé superar las 20.000 unidades cuando se cierre el presente ejercicio 2007. El Defender, una de las míticas realizaciones de Land Rover, es el modelo que -proporcionalmente- recibe mayores cambios. Sin perder las condiciones off road que lo han hecho célebre, adopta ahora un nuevo motor turbodiesel de rampa común que cubica 2.4 litros y entrega 122 CV (el par sube hasta los 36,7 metros/kilo), unido a un cambio manual de 6 velocidades. El Defender gana así en utilización sobre asfalto (por la sexta) mientras que una primera y segunda más cortas le permiten seguir manteniendo un auténtico liderato dinámico cuando de «andar» por el campo se trata. Eso, por no hablar, de un interior algo más sofisticado -sin perder un ápice de practicidad-, cómodo y con aplicaciones de auténtico «refinamiento»... para lo que es la filosofía del Defender y que se traduce en la adopción de un salpicadero herencia Discovery 3, en unos asientos más cómodos (más altos los delanteros y los traseros, que siguen siendo plegables, orientados en el sentido de la marcha y con cinturones de seguridad) y, en general, en una sensible mejora ergonómica para conductor y ocupantes. También el sistema de calefacción/ventilación se ha revisado al alza, hasta el punto de que el fabricante anuncia que se dispone ahora de un 50% más de flujo de aireación en el interior del habitáculo, mientras que el calentamiento se reduce hasta un 40% en la zona de los pasajeros y el aire acondicionado es capaz de enfriar en la mitad de tiempo que lo hacía su antecesor. El Defender sigue utilizando eje rígido en ambos trenes lo que le permite al icono de Land Rover continuar manteniéndose imbatible en zonas trialeras y, eso también, seguir filtrando bastante poco -lógicamente- las irregularidades del asfalto pero... el que algo quiere. Además, los amantes del todoterreno puro y duro pueden estar tranquilos; el Defender continúa aborreciendo las veleidades electrónicas: por aquello de los tiempos... sólo una mínima concesión al control de tracción; el sistema de 4x4 es total y permanente y el bloqueo del diferencial central sigue -¡sólo faltaba!- conectándose manualmente. Con 314 milímetros de altura libre al suelo, unos sobresalientes ángulos de ataque y salida (49º y 35º respectivamente), capacidad de superar vadeos de hasta medio metro de agua e inclinaciones laterales de hasta 35 grados, el Defender sigue siendo el viejo rokero y vehículo a batir en terrenos difíciles -muy difíciles-, sin perder de vista, eso también, que nos encontramos al volante de un «coche» que supera los dos metros de altura, estrecho de vías, con ejes rígidos y con una romana de un par de toneladas. Consecuencia: ojito con las inercias en el asfalto, no se trata aquí -ni se pretende- de competir con los modernos y burgueses SUV que últimamente pueblan los catálogos de la mayoría de fabricantes. El Defender es otra cosa... y así debe ser. Freelander 2, Range Rover Sport También la gama de señoritos presenta cambios significativos. La novedad más interesante en el Freelander 2 es la adopción de un cambio automático de 6 velocidades. Esta transmisión «CommandShift» se ofrece de serie con la motorización de gasolina (233 CV) y opcionalmente en el turbodiesel 2.2 litros (160 CV) por 2.320 euros. El Discovery 3 -Gama 2008- recibe un habitáculo con terminaciones en madera, piel de mayor calidad y algunos pequeños detalles que sitúan al Discovery 3 más cerca de su hermano mayor el Range Rover. La tarifa de precios arranca en prácticamente 40.000 euros. Y ahora, el mítico alto de gama en los catálogos de Land Rover. Con el marchamo de líder de ventas en 2006, el Range Rover Sport «2008» salta a la palestra con nuevas combinaciones de colores, una también nueva columna central en tono ébano y con la sustitución del acabado «Rhodium» por el «Brunel», que incorpora una tapicería de piel marrón oscuro, unas lujosas alfombrillas y unas bandas laterales de protección de los estribos en acero inoxidable. También los mandos y las grafías del cuatro de instrumentos han mejorado su aspecto, los asientos delanteros tienen hasta ocho posiciones de regulación y el navegador resulta más eficaz. La versión Supercharged del Range Sport, V8 de 390 CV, se convierte en el Land Rover más rápido de la historia: 224 por hora de punta y acelera de cero a cien en 7,6 segundos. La tarifa del Sport arranca en 55.200 euros. Apuntar que en la generalidad de la gama Range Rover se monta ahora un nuevo climatizador de cuatro zonas, parabrisas y ventanillas de control climático, combinado con los sensores automáticos de luces y limpiaparabrisas. También un nuevo reposabazos trasero, consola central y la unidad calefacción/aireación acabada en piel, además de llantas de aleación de 20 pulgadas de nuevo diseño.