Diario de León

Cuando el saber de los años no basta «Ser feliz requiere ir al ritmo del mundo, hayas cumplido o no los 60»

RAMIRO

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León

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El refranero popular es sabio cuando dice que la experiencia es la madre de la ciencia. No obstante, cada son más los que, aunque apoyados por la veteranía de los años, deciden dar un paso y, o bien recordar lo aprendido, o bien descubrir el mundo que se encuentra en el interior de los libros. La Universidad de la Experiencia es la actividad dedicada al intelecto por excelencia organizada por la Junta de Castilla y León. Con tres cursos por delante más la posibilidad de hacer hasta una especie de posgrado, las 65 plazas ofertadas en la capital saben a poco dada la demanda. «Muchos adultos quieren recordar lo aprendido en la escuela y por qué no, leer en papel la historia de España que ellos mismos vivieron», explica Mari Luz García, responsable de la sede leonesa del Club de los 60. «La gente viene por decenas a apuntarse diariamente, aunque sólo hay falta de plazas en el primer curso», añade su compañera Rosa Alonso. Ponferrada también ha imitado la iniciativa de la capital y su ayuntamiento ha organizado cursos educativos para mayores en concierto con la Universidad de León. A punto de comenzar el nuevo curso «escolar», la media diaria asistencia roza las 200 personas. «Tiene mucho tirón todo lo relacionado con la memoria y el mantenimiento de la mente», dice Carmen Rodríguez, asistente social del Ayuntamiento de la localidad berciana. «El intervalo entre los 60 y los 65 es el más participativo, pues se acaban de jubilar y llevan muy mal no tener nada que hacer», explica Rodríguez. Aprender a comunicar Saberes hay muchos. Y eso lo saben bien José Carlos Moro y Javier Andrés, encargados de la academia Fuero 11, que realiza todo tipo de cursos didácticos para adultos y niños relacionados con capacidades comunicativas. «Desde hace cinco años impartimos clases de memoria para los mayores en los centros de día y asociaciones de la provincia», comenta Moro. «Es una experiencia muy gratificante para nosotros porque vemos en ellos un profundo interés y agradecimiento por cada cosa que les enseñamos», añade Andrés. Al tiempo, compaginan esta actividad con una curiosa iniciativa denominada por ellos mismos como «Escuela de Padres», donde mayoritariamente los padres, pero también los abuelos dado el ajetreo laboral de sus hijos, buscan consejos para aprender a debatir con los más pequeños de la casa. Virginia acaba de cumplir los 60, aunque su vitalidad y su actitud al entrar por la puerta del Club de los 60 despistarían a cualquiera. «Es todo una cuestión de tener ganas, ilusión por vivir», comenta esta empresaria que aún sigue activa en el mundo laboral. «Tras cumplirlos estuve algo inquieta por cruzar la línea, pero rápidamente reaccioné», asevera, «me vi con suficiente tiempo libre como para aburrirme, y eso no me gustó», explica, «así que he hoy he decidido venir a informarme de las actividades que puedo hacer», afirma. Virgina, como muchas mujeres a su edad, ya tiene a sus hijos emancipados y siente que se le caen las paredes encima. «Voy a mi empresa todos los días a revisar el trabajo, hago las labores de la casa, paseo, pero, ¿y luego?», dice sonriente. De momento quiere apuntarse en el primer curso de la Universidad de la Experiencia, aunque no descarta nada. «La informática básica la manejo, pero si saco una hora libre más, me uno al grupo», apunta contenta. «Quiero estar en el mundo, conocer gente y tener la mente ocupada, creo que es la única manera de ser feliz», sostiene. Su estupenda forma física revela, no obstante, que no sólo se preocupa por la mente. «Hace ya tiempo que voy al gimnasio, y ahora también me he apuntado a clases de danza del vientre, que me encanta», comenta risueña. Sin embargo, reconoce que no todo el mundo puede compatibilizar tantas cosas. «Yo he tenido mucha suerte, porque ni tengo horarios fijos ni importantes cargas familiares», observa, «no todo el mundo tiene las mismas posibilidades». Opiniones compartidas Casos como el de Virginia se repiten todos los días. «A los 65 ya nadie puede afirmar que eres viejo», dice Rosa Alonso, encargada en León del Club de los 60. «Tienen casi media vida por delante», añade. No le falta razón, pues las últimas cifras registradas por el Instituto Nacional de Estadística revelan que la esperanza de vida de la comunidad alcanza los 85 años en el caso de las mujeres y los 78, 76 en los hombres, este último dato, el mejor de todo el conjunto de España.

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