Los «singles» de León tienen una cita para conocerse cada jueves
CARMEN TAPIA | texto Los encuentros organizados para las personas sin pareja ya han llegado a León. Los leoneses descubren estos días las farolas empapeladas con un anuncio que llama la atención: «Punto de encuentro para singles de 30 a 55 años en León». La idea, nueva en León, se desarrolla desde hace varios años con éxito de participación en grandes ciudades como Madrid y Barcelona. La discoteca Aston es la primera en lanzarse en la organización de una programación específica para el colectivo singles de León. El propietario de esta sala de fiestas, Juan González, es cauteloso a la hora de hablar de la aceptación de esta iniciativa en León. Los primeros cinco encuentros han servido para que los singles leoneses conozcan la existencia de estas actividades que cada jueves desde las 21.30 horas congrega en el local a una media de 80 personas. Entre las actividades organizadas está el speedating ( abunda la terminología inglesa en las ofertas para este colectivo). En castellano, es una forma de «ligar» o al menos, conocer a otros solteros o personas solas que buscan un acercamiento inicial con otra persona en su misma situación. Consiste en mantener mini citas alrededor de una mesa que duran cinco minutos y con varias personas en una sola noche. Si alguien capta el interés del otro, entonces se repetirá la cita en otra ocasión. La situación es la siguiente: cada mujer se sienta alrededor de una mesa con la compañía de un hombre. Conversan durante cinco minutos. Transcurrido este tiempo los hombres se levantan y rotan a otras mesas, para conversar con otras mujeres. Ese es el juego. «No hay compromisos y si no te gusta no tienes que volver», dice uno de los participantes. «Buscamos un punto de encuentro para que la gente que quiera encuentre pareja, no sólo para tomar una copa, sino con sesiones que les ayude a interrelacionarse», dice este empresario que, para preservar la identidad de los participantes, no autoriza a que el fotógrafo capte en instantáneas a los que acuden, la mayoría por curiosidad, para participar en estos encuentros. «La gente quiere guardar su intimidad y ahora justamente estamos dando nuestros primeros pasos y no quiero que se sientan traicionados», dice. Este jueves el número de hombres y mujeres está muy compensado. La edad de los asistentes se sitúa entre los 30 y los 55 años -es una de las condiciones para participar en estas actividades-. «Como organizador no me entrometo en el perfil de las personas que acuden a estos encuentros, pero si detecto algún comportamiento anómalo intervengo, como el que haya gente que se crea que en cinco minutos va a salir de aquí con pareja y entra en la dinámica de preguntas prohibidas». Las preguntas a las que se refiere el organizador son las del tipo ¿cómo te llamas? ¿dónde vives? o ¿en qué trabajas?. A los participantes se les pide imaginación para descubrir si la pareja que tienen en frente puede se compatible con su carácter.