El gran espectáculo gastronómico de la tapa
Medio centenar de establecimientos hosteleros leoneses participan en la semana organizada por el Ayuntamiento
Esta sección gastronómica debería que tener hoy diez páginas, todas ellas dedicadas a glosar el éxito de la Semana de la Tapa Leonesa, organizada por el departamento de fiestas del Ayuntamiento capitalino, dentro de los fastos dedicados al patrón de la diócesis San Froilán. Así podríamos reseñar al completo las excelencias del medio centenar de restaurantes, bares, cafés, tabernas, figones y algún snack, que ha participado en el gran evento gastronómico, demostrando que en León hay enormes profesionales de la hostelería. En el apartado gráfico que acompaña estas líneas pueden verse algunas de las tapas que han podido degustarse en la semana, no son las mejores, ni las más espectaculares, son, simplemente, algunas de las que el que esto escribe, jurado del brillante certamen, ha degustado en una de las varias jornadas que ha dedicado al duro peregrinaje por los establecimientos hosteleros participantes. Con los productos de León Después de conocer la mayoría de las tapas presentadas, podemos decirles que ha imperado el empleo de productos leoneses, sobre todo la morcilla, por otra parte típica desde siempre en estas fechas. Pero también han tenido un importante protagonismo, las manzanas reineta, las peras conferencia, las castañas, los puerros de Sahagún, los distintos quesos que le elaboran en la provincia¿ todo lo bueno de nuestra gastronomía ha tenido cabida en el escueto bocado de una tapa. Pero hay que destacar especialmente la imaginación de los cocineros, el interés que han puesto en lograr con muy pocos elementos unos deliciosos mini-platos de alta gastronomía. Foro u oferta En León somos cazurros desde antes de la llegada de las tropas de Roma a nuestros valles. Por eso llevamos cientos de años discutiendo con los cabildos de la Catedral y san Isidoro sobre si lo hachones de cera y las viandas que ofrecemos a vírgenes y santos son un foro de obligado cumplimiento, o una oferta de gracioso otorgamiento. No nos ponemos de acuerdo y sigue la bronca centenaria. Pues bien esto mismo ocurre también con las tapas de los bares leoneses. Los parroquianos defendemos que la tapa es en ineludible y gratuito acompañamiento del vino, la cerveza o el mosto, mientras que los hosteleros aseguran que es un obsequio que graciosamente nos hacen por visitar su casa. La discusión sigue y León es una de las pocas ciudades donde se pueden comer tapas sin rascarse el bolsillo. Ello tiene una clara ventaja económica para el consumidor, pero impide que las tapas cobren importancia y que se conviertan en lo que son en otros lugares donde se cobran religiosamente. La mejor solución sería, como sucede en esta Semana de la Tapa Leonesa, una cosa intermedia. Los bares de la ciudad podrían, ampliando la oferta que ahora normalmente hacen de distintos vinos, añadirles una tapa y cobrarla a un precio razonable, con lo que tendrían la posibilidad de dar rienda suelta a su creatividad y ofrecer unas tapas consistentes y originales. Naturalmente, por otra parte, habrían de mantenerse las tapas de siempre, ese bocadito que invita a tomar el vino, la caña o el mosto. El euro y los precios Ciertamente que los precios de la hostelería han subido en León de forma astronómica, con lo que ahora rigen hay margen para incluir sin agobios la tapa dentro del precio del vino. Hay que recordar que antes de la llegada del padre euro en pocos lugares el precio de un vino normal y corriente llegaba a las cien pesetas. Con la llegada de la moneda europea el euro es para muchos establecimientos el precio mínimo, y si el consumidor pide uno cualquiera de los vinos de denominación de origen que ahora nos tientan con sus altas calidades y sus excelsas cualidades, se puede llegar a los dos¿ e incluso a los tres euros. Hay que recordar que dos euros son más de trescientas pesetas y tres rondan las quinientas. Es curioso que con los nuevos precios hasta los cafés tengan su correspondiente tapa. Y es que los hosteleros se han sentido como avergonzados de pasar de las noventa o cien pesetas, a las ciento sesenta y ocho, que ahora cuesta en los establecimientos de la mayoría de los barrios, porque en el centro ya llegamos, mal que le pese a Zapatero, al euro diez y el euro veinte. Naturalmente acompañar la taza de humeante brebaje de un sobao cántabro, o un churro de Cecilio, no es demasiado problema a la hora de hacer caja. Tapas con imaginación Pero no debemos ponernos demasiado críticos, lo que de verdad tenemos que hacer en esta ocasión es enviar nuestra más cordial felicitación a los establecimientos hosteleros leoneses que han participado en esta semana y que han puesto en ella lo mejor de su saber culinario y lo más brillante de su imaginación a la hora de conjugar los mejores productos leoneses. Así nos encontramos con tapas tan sugerentes como estas: Cremoso de queso de cabra y ronchitos con crujiente de cecina y chorizo, Creps de morcilla con patata rellena de picadillo, Tosta de bacalao a lo pobre con crema de puerros y cecina, Morcilla confitada con reducción de Prieto Picudo sobre crujiente de cecina, Mermelada de pimientos del Fresno con queso de cabra, Canutillo relleno de mermelada de pimientos del Bierzo con polvos de cecina, Tosta de puerro de Sahagún confitado con cecina en revuelto gratinado con queso Vegadarte¿ y así hasta medio centenar. Esperamos no tener que esperar más de un año parta disfrutar de unas nuevas jornadas de la tapa, nosotros proponemos al Ayuntamiento y, más concretamente, a su Concejalía de Fiestas, que prepare ya la próxima para san Juan y san Pedro, que estas cosas se llegan a olvidar y es una pena. Hoy es el último día, así que si aún no ha disfrutado de este gran festín gastronómico salga a la calle y visite nuestros bares. Ya lo sabe, tapa y Prieto Picudo, Mencía, mosto o corto de caña, 1,70 euros. Si elige bien con tres o cuatro volverá a casa alegrillo y bien comido.