«Paga y repara», filosofía de la norma ambiental que estudia León

El Ayuntamiento de León prepara una normativa municipal para adaptarla a la Ley de Responsabilidad Medioambiental aprobada el 24 de octubre que se basa en el principio de que quien contamina paga y repara. «Un grafiti artístico no molesta a nadie, no se limpia, pero otra cosa son las pintadas, los tachones y los destrozos del mobiliario urbano», dice la concejala de Medio Ambiente, Humildad Rodríguez quien asegura que éstas últimas expresiones artísticas destrozan el mobiliario urbano, «no sólo mural, sino bancos y contenedores. El mobiliario de sillería de La Lastra ya está muy deteriorado». Limpiar las pintadas le cuesta al Ayuntamiento 128.600 euros al año, y reponer el material destrozado suma 279.000 euros, cifras demasiado elevadas que han llevado al equipo municipal a revisar la normativa en materia de residuos. «La nueva ordenanza municipal va a regular también la recogida de residuos», dice la concejala que destaca las zonas del Húmedo y el Polígono 10 como las más castigada por los pandilleros, «destrozar no tiene nada que ver con los grafitis, hay que hacer esa distinción, pero hay colectivos que se aprovechan de eso para destruir lo que es de todos», dice la concejala que reconoce que los grafiteros suelen respetar los monumentos públicos, «pero no siempre es así». La idea de la nueva normativa es castigar con el «pago y reparación». El equipo municipal estudia la posibilidad de que los pandilleros reparen los destrozos con labores para la comunidad. La dificultad está en pillar «in fraganti» al pintor. «La gente joven suele estar muy preparada y es muy responsable, son pocos los que participan en estos actos vandálicos»