Construir una Gran Catedral Arbórea
Este es el lema escogido para significar un ambicioso proceso que culmine con la ordenación de los montes en El Bierzo, en Ponferrada, un trabajo tan largo y elaborado como la construcción de una catedral y que en cien años transformará al muni
Los árboles, como las personas, tienen una vida limitada, pero un bosque gestionado adecuadamente se convierte en un recurso renovable y permanente. La ordenación forestal es la planificación de las actividades que tiene como objetivo mantener y ampliar la masa arbolada, asegurar el disfrute de sus productos y servicios, y perpetuar sus ecosistemas. Ordenar un monte supone regeneración, repoblación, controlar la erosión, proporcionar agua limpia, fijar CO 2 y depurar el aire, y conservar los hábitats. El Proyecto de Ordenación Integral de los Montes de Ponferrada surge como iniciativa de la Consejería de Medio Ambiente y del Ayuntamiento de la ciudad. El trabajo científico-técnico se está realizando desde la ETS de Ingenierías Agrarias (Universidad de León, Campus de Ponferrada), bajo la dirección del profesor Alfonso Fernández-Manso y los técnicos Yolanda Cuevas (Junta de Castilla y León) y Francisco Jordán (Ayuntamiento de Ponferrada), con el que se pretende conseguir la persistencia y estabilidad de sus bosques, su uso sostenido, maximizar sus utilidades, reducir o erradicar los incendios, conservar la flora y fauna, y que se conviertan en fuente de un turismo sostenible. «Construir una Gran Catedral Arbórea», es el lema escogido para significar un ambicioso proceso que culmine con la ordenación de los montes, un trabajo tan largo y elaborado como la construcción de una catedral. Bosque-catedral Para erigir esa «catedral arbórea» se han definido las cuatro unidades territoriales en las que se puede clasificar la zona (Montes Aquilianos, valles, piedemonte y cañones fluviales), así como las claves para estudiar y concretar los principales aspectos que determinan el complejo territorio objeto de ordenación, que servirán para fijar las bases tanto del inventario como de la toma de decisiones del proyecto. Se trata de un extenso y heterogéneo municipio desde el punto de vista biogeográfico, afectado por las delimitaciones de la Red Natura 2000, que cuenta con más de 500 especies de flora, muchas de ellas amenazadas; con especies de fauna con problemas de conservación, y con hábitats de interés comunitario. El paisaje forestal está dominado por matorral y formaciones naturales de quercíneas junto a nuevas repoblaciones, a lo que se añade su alto valor paisajístico y la importante presencia de arbolado monumental. En la actualidad, existe escasa planificación forestal y un fuerte protagonismo público de la gestión, así como importantes problemas de incendios forestales. El municipio está densamente poblado, con un medio rural desestructurado y mayoritariamente acotado para las actividades cinegéticas, posee una antigua tradición ganadera y forestal, hay escasa presión de las actividades mineras extractivas y un importante potencial turístico. Conocida la situación de partida, el equipo de Fernández-Manso se ha decantado por la «ordenación por rodales», una forma novedosa en España para lograr la persistencia y el máximo rendimiento de los bosques. Para cada zona con vegetación y tipo de masa diferenciada (rodal) se planifica su selvicultura para lograr su óptimo desarrollo, mientras que en las áreas sin bosques se realizarán repoblaciones. Con la ordenación y sus ajustes en ciclos de 10 a 20 años se prevé que los bosques ofrezcan los mayores beneficios sociales, ambientales y de recursos en el plazo de un siglo. De esta forma, de las 4.933 hectáreas actuales de bosque, se alcanzarían las 7.200 en el año 2030 y 10.620 en el 2108. En cuanto a la evolución del crecimiento y producción, las cifras pasarían de 4.900 metros cúbicos de madera y 11.800 de leña actuales, a 14.400 y 23.000 en el horizonte del año 2030, y a 21.000 y 34.000 metros cúbicos en el del 2108. Y respecto a la captura de CO 2 , si en la actualidad los bosques de Ponferrada absorben al año 13.800 toneladas, en el año 2030 serían 30.300 y en el 2108 más de 44.000. Con el paso de los años, el proceso de ordenación forestal irá incorporando una visión diferente del bosque sobre los habitantes, que comenzarán a verlo como un elemento vital en el desarrollo local y pilar de la calidad de vida. Además de enriquecer el paisaje, será fuente de ingresos y de trabajo (madera, energía renovable, producción agroalimentaria y de hongos, turismo activo, caza y pesca) y, en cien años, el municipio se transformará en un precioso bosque-catedral.