Cerrar

El leonés padre de la ecología

El pionero de la ecología española fue el leonés Celso Arévalo. Nacido en Ponferrada en 1885, se trasladó a Guadalajara para estudiar el bachillerato

Publicado por
ALFONSO V. CARRASCOSA DOCTOR EN BIOLOGÍA Y CIENTÍFICO DEL CSIC
León

Creado:

Actualizado:

Acabó el 2007, declarado Año de la Ciencia, momento propicio para caer en la cuenta de lo que se ha hecho en pro de la magna empresa del conocimiento, buscando así estímulo para futuras generaciones. Como también en el 2007 ha sido un hito el asunto del cambio climático, pues ahí va la propuesta: el pionero de la ecología española resulta que fue el leonés Celso Arévalo. Nacido en Ponferrada en 1885, donde pasó su infancia, se trasladó a Guadalajara, estudiando el bachillerato en su instituto. Quería ser ingeniero de minas, pero los costos de los estudios en la época y el precario sueldo de su padre, profesor de enseñanza media, le llevaron a cambiar de idea, solicitando una beca para estudiar Filosofía y Letras, que tampoco cursó. Finalizó en Madrid los estudios de ciencias naturales con premio extraordinario de carrera, doctorándose en 1904. Cursó después Farmacia y fue pensionado para iniciarse en la investigación en la Estación Marítima de Santander. De profesor de prácticas de zoología en la Universidad Central de Madrid, pasó a profesor auxiliar de ciencias naturales en Zaragoza, ganando el puesto de catedrático de instituto en Mahón el año 1909 y dejando así la universidad, donde por aquella época se ganaba menos. Ya en 1912 ganaría la Cátedra de Historia Natural y Fisiología e Higiene en el Instituto Técnico de Valencia, donde se trasladaría y comenzaría a introducir en España la limnología, también llamada hidrobiología, ciencia que estudia la vida en las aguas dulces, montando el primer laboratorio científico sobre dicha disciplina en nuestro país, en el que realizó muchos estudios sobre la Albufera. A este laboratorio terminaron afluyendo estudiantes extranjeros, tal era la novedad y el nivel del investigador leonés. La ecología ofrecía como novedad un enfoque integrador de disciplinas variadas, para no sólo describir especies de seres vivos, sino comunidades de éstas y su relación con el entorno geofísico. La limnología se centraba precisamente en el estudio de comunidades microbianas, animales y vegetales, y su relación con el agua circundante, dando como resultado este enfoque descubrimientos siempre sorprendentes sobre la naturaleza de las cosas. A orillas del Turia fundó también una sección de la entonces crucial institución para las ciencias naturales, incluída la ecología, la Real Sociedad Española de Historia Natural, a la que pertenecía desde 1902, y en cuyo boletín publicó un buen número de artículos sobre ecología del agua y otros temas. Esta institución, que en origen dio cabida a los expertos en la entonces denominada Historia Natural, terminó por albergar expertos en disciplinas muy variadas, tales como la naciente hidrobiología, que aunaba conocimientos sobre el agua y la interacción con los seres vivos que en ella habitaban. En 1918 llegaría a Madrid, nuevamente como Catedrático de Instituto, y se incorporaría al Museo de Ciencias Naturales como investigador naturalista, donde dada la valía y el prestigio del candidato se le asignó una Sección de Hidrobiología, a la que trasladó su laboratorio valenciano, con lo cual continuó su fructífera tarea investigadora. Publicó libros sobre biología y geología, conocimientos que supo compaginar y aplicar al estudio del agua con un enfoque sistemático, esto es, propiamente ecológico. Dedicó también como pionero, tiempo para el estudio de la historia de la ciencia, escribiendo uno de los que probablemente sean primeros libros sobre el tema. Por entonces el Museo pertenecía ya a la institución que lo incorporó, la Junta de Ampliación de Estudios e investigaciones Científicas, fundada ahora ahace justamente 100 años, y terminó incorporándose con posterioridad al mayor organismo público de investigación español de todos los tiempos: el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Políglota y polifacético, hombre de profundas convicciones religiosas, falleció en Madrid en 1944. Pero precisamente sería en el CSIC donde la tarea del leonés vería continuidad y extensión extraordinaria. Primero vendría el Profesor Albareda, al que u pasión por las ciencias biológicas le llevó a ser el impulsor de la llegada de la biología molecular y la institucionalización de la ecología, con la creación como Secretario General del CSIC del Instituto de Edafología, Ecología y Biología Vegetal -primer centro de investigación con el nombre de ecología- el Parque Nacional Doñana, la Estación Experimental de Zonas Áridas -donde se comenzó la recuperación de gacelas en extinción cuya actividad llega hasta nuestros días- y el Instituto Pirenaico de Ecología - donde todavía hoy estudian eminencias de la ecología vegetal como Pedro. Sus esfuerzos los continuó de forma más que brillante González-Bernaldez en Madrid, en paralelo con el extraordinario Ramón Margalef. Son ellos los que nos prepararon para entender de esa ciencia, la ecología, hoy de tanta actualidad. Parece que todo empezó en León.

Cargando contenidos...