SsangYong actualiza el monovolumen Rodius

Monovolumen 4x4. La atracción del generoso Rodius -»panorámico» interior de 7 plazas- lo convierten, también por precio, en uno de los modelos favoritos para quien pretenda un monocuerpo sobredimensionado y, eso también, de poderosa estética. Tan es así, que el modelo coreano se ha alzado hasta el tercer puesto de ventas en su categoría con, además, una evidente progresión comercial desde su lanzamiento en 2005: 2.250 unidades en aquel primer año, 3.800 en 2006 y ampliamente superadas las 2.240 matriculaciones en el recién pasado 2007. Puede que la imagen no sea uno de sus mejores argumentos, aunque también es cierto que buen número de compradores ven en el Rodius un monovolumen «diferente», a medio camino entre un monovolumen convencional y un todocamino por su capacidad de tracción integral. Sea como fuere, el caso es que SsangYong rejuvenece el Rodius con, entre otras cosas, un ligero maquillaje exterior y la posibilidad opcional (entre 2.100 2.400 euros) de un cambio automático secuencial de 5 marchas T-Tronic, firmado por Mercedes, y con mandos (botones) en el volante; opción muy interesante por lo que supone de practicidad dinámica. En cuanto al ligero retoque estético, apuntar que el renovado Rodius adopta una parrilla frontal semejante a la de sus demás hermanos de catálogo, un discreto alerón trasero rematando el portón y ciertos cambos menores, como es el caso de los grupos ópticos traseros y la moldura del portón. La llegada de nuevas tapicerías modernizan un interiorismo que, por amplitud, se ha convertido en toda una referencia de segmento y en uno de sus mejores argumentos: 7 plazas y 841 litros de maletero (1.641 litros si se ocupan sólo dos filas de asientos); es decir, que el Rodius es uno de las pocas -poquísimas- realizaciones verdaderamente utilizables, por capacidad de maletero, con las 7 plazas ocupadas. Y la guinda: DVD y equipo de audio con Bluetooht en toda la gama, sin coste adicional. En el capítulo técnico, además de la comentada adopción (opcional) del cambio automático, el renovado Rodius sigue confiando en el tetracilíndirco turbodiesel multiválvulas, de rampa común y origen Mercedes, que cubica 2.7 litros y rinde 165 CV, que destaca por su equilibrado rendimiento, con buenas recuperaciones desde los regímenes de giro más bajos (34,7 metros/kilo de par medidos a partir de 1.800 vueltas), baja rumorosidad y unos consumos más que aceptables para las dos toneladas de romana que tiene que mover. Es verdad que las relaciones del cambio -por escalonamiento- ayudan lo suyo, por mucho que la caja manual de 5 marchas haya que tratarla con cierto mimo a la hora de engranar las velocidades; es decir, que hay que marcar bien los tiempos, algo que se consigue a los pocos kilómetros de utilización del Rodius. Por lo demás, la suspensión independiente en ambos trenes -multibrazo el trasero, algo poco habitual en los monovolúmenes-, una dirección de tacto agradable y unos frenos que cumple perfectamente, acaban por redondear un conjunto cuya mayor virtud diferenciadora reside en las cuatro ruedas motrices con reductora, tampoco nada habitual -casi se diría exclusiva- en este tipo de realizaciones. Puede que los acabados sean mejorables -que lo son-, con también lo son los ajustes de carrocería, pero... en contrapartida el Rodius ofrece una tarifa muy contenida y, desde luego, la incontestable baza de su «panorámica» habitabilidad.