El sector hostelero sobrevive bajo mínimos El Morredero no pudo abrir hasta el domingo

La ausencia de nieve también genera víctimas directas desde el punto de vista económico. «Si no hay nieve no puedes hacer nada», aseguran desde el sector hostelero del entorno de la estación invernal de San Isidro. Y es que aunque en los últimos años se ha disparado la inversión privada en la zona por segundo año consecutivo las malas condiciones en materia de nieve están generando una paralización casi total en el sector. La primera estación leonesa suele situar los días de apertura entre 120 y 140, pero ya el año pasado los números no acompañaron y con la llegada tan tardía de la nieve a finales de enero apenas de superó el centenar de jornadas aprovechadas en San Isidro. De nuevo este año se está repitiendo la situación y cuando el mes de enero ha pasado el ecuador de momento el volumen de actividad hostelera generado por la estación ha estado bajo mínimos y amenaza con continuar así hasta que llegue la ansiada nieve. «En San Isidro lo que cuenta es hasta Semana Santa porque después aquí ya se sabe que esto se acabó», se asegura desde un sector que considera imprescindible que se apueste por ampliar las infraestructuras con cañones de nieve para intentar que la estación puede generar una actividad más estable y más continuada a lo largo de la temporada invernal. Los mejores números en San Isidro son los de hace dos temporadas, cuando se batieron todos los récords de afluencia de esquiadores y como se asegura en el sector de la hostelería del entorno «cuando viene un año bueno hay que guardar para cuando llegan los malos». El peligro en la zona es que ahora se acumula una segunda temporada negativa y si la situación se prolonga en próximos años podría llegar a generarse una crisis entre los establecimientos hosteleros del entorno de San Isidro que podría generar bajas en el sector. «Aquí cada día perdido ya no vuelve», se advierte desde un sector que ha realizado fuertes inversiones en los últimos años para generar infraestructuras y posibilidades de alojamiento, y que teme este año se pueda cerrar la temporada con un nivel de actividad muy baja si no llegan las ansiadas nevadas en las próximas semanas para aprovechar al menos un par de meses. Las instalaciones bercianas de esquí ubicadas en el Morredero no pudieron estrenarse en el final del 2007. La falta de nieve no facilitó nada las cosas y hasta el pasado domingo, día 13, no pudieron utilizarse las instalaciones por los aficionados bercianos. Después de las nevadas del viernes acompañadas de fuertes vientos, fue necesario un intenso trabajo de la máquina pisapistas en la jornada del sábado en la pista Azul Oeste y Directa para conseguir que los primeros esquiadores disfrutasen de su deporte en el Morredero. La lluvia caída en varios momentos del invierno, junto a las altas temperaturas registradas, impidieron que las sucesivas precipitaciones de nieve llegaran a consolidarse para que el Morredero pudiera abrir sus puertas para los cientos de esquiadores de Ponferrada y de toda la comarca que optan por usar una montaña berciana ubicada a muy pocos kilómetros de casa para la practicar de los deportes invernales. La Asociación de Amigos de El Morredero espera que durante la presente temporada se pueda alcanzar una cifra total de visitantes cifrada en 20.000 personas.