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Las víctimas del nazismo recuperan sus pertenencias

El archivo sobre las víctimas del holocausto de Bad Arolsen entrega por primera vez en 60 años las pertenencias de presos de los campos a sus descendientes. Son documentos, relojes, joyas u objetos personales que está repartiendo Cruz Roja

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El archivo sobre las víctimas del nazismo de Bad Arolsen (centro de Alemania) entregó esta semana pertenencias de presos de los campos nazis a sus familiares, por primera vez en la historia y dos meses después de que el Gobierno germano autorizara su apertura. Representantes de la Cruz Roja hicieron entrega de documentos, fotografías y objetos personales, como joyas y relojes, a los allegados de ocho prisioneros de campos de concentración, todos ellos holandeses. Estas víctimas fueron apresadas junto con otros 600 holandeses en octubre de 1944, dentro de una serie de detenciones perpetradas por los nazis en ese país. El archivo de Bad Arolsen, el mayor del mundo y durante décadas bajo tutela de la Cruz Roja, fue abierto el año pasado para la consulta de investigadores, con el visto bueno de los once países suscriptores de los Acuerdos de Bonn que regularon su uso. En el archivo se conservan 50 millones de actas sobre unos 17,5 millones de víctimas del nazismo, material que empezó a compilar la Cruz Roja británica en 1943. El núcleo de las actas está formado por documentos de las autoridades nazis, así como los listados de los campos de concentración. En 1946 pasaron a tutela de la Cruz Roja Internacional, que asumió el cometido de ayudar, gracias a las actas, a la búsqueda de esas personas o sus familiares. Ayudar a las víctimas En Bad Arolsen quedó conservado ese gran archivo sobre víctimas civiles del nazismo, tanto personas confinadas en campos de concentración o de exterminio como trabajadores forzosos. El uso de ese material estuvo durante décadas gestionado por el Servicio de Búsqueda Internacional (ITS), creado tras la Segunda Guerra Mundial para ayudar a las familias de las víctimas a localizar a sus allegados o conocer cuál fue su destino. El año pasado, el Gobierno alemán accedió a su apertura, tras un proceso de discusión iniciado tras la suscripción de los Acuerdos de Bonn entre once países: Alemania, Estados Unidos, Israel, Reino Unido, Bélgica, Francia, Luxemburgo, Holanda, Italia, Grecia y Polonia. Israel y Estados Unidos pugnaron desde el principio por la apertura, pero Alemania se oponía, amparada en el derecho de los afectados a la protección de sus datos personales. El archivo contiene principalmente información sobre víctimas, que teóricamente sólo deben interesar a los allegados de éstas, no sobre responsables de los crímenes del nazismo.