Diario de León

«Potenciar lo rural pasa por dar beneficios fiscales»

Ana Rosa Sopeña | Aunque nació en Gijón hace 47 años lleva la mitad de su vida en Benavides, un pueblo al que conoció de veraneo a los quince años. Es la primera mujer que tiene el bastón de mando en el municipio y lo ha logrado mantener, con m

JESÚS F. SALVADORES

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-Se dice que los hombres están en política y las mujeres pasan por ella. Con sus casi 13 años de mandato, es una excepción. -Creo que no se debe estar demasiado. Este mandato podía haber tomado la decisión de dejarlo. Es buena la renovación. No puedes estar siempre en un cargo. Pero la gente te dice: «No, que aún te quedan proyectos». Pero siempre tienes proyectos. Si permaneces mucho tiempo hay niños que cuando les hablas del alcalde deben de pensar que es algo permanente y no que se elige cada cuatro años. No soy partidaria de estar demasiados años, pero la vida municipal es muy distinta a otra política. En un pueblo es muy difícil hacer las listas. Yo partí de una ventaja: tenía tiempo, le dedicaba mañana y tarde al ayuntamiento. Lo vives como algo muy personal, pero quema. Se sacrifica mucho a la familia y no sé hasta qué punto compensa. -¿Va a poder superar en este mandato los logros del último, marcados por el centenario del mercado de los jueves? -Tuve la gran oportunidad y la suerte de ser el alcalde que estaba en esa celebración, pero ha sido fruto del esfuerzo y la colaboración de mucha gente, empezando por José Fernando que es una persona muy vitalista, a quien nunca se le acaban las ideas y te hace trabajar. Fueron muchas cosas unidas las que hicieron que todo saliese bien. Es difícil de superar. Pero aparte del centenario, que ha sonado en toda la provincia, cuando miro Benavides hacia atrás veo muchas cosas, desde el centro de salud, el pabellón de deportes, la residencia de ancianos. Son cosas que para hacerlas necesitas una trayectoria, no se pueden hacer de hoy para mañana. De ahora en adelante puede que se hagan más o menos cosas, pero lo importante es tener ideas y poder seguir ilusionando a la gente y trabajar por lo que la gente quiere. A veces a los políticos nos parece que todo tiene importancia y la gente lo ve de otra manera... -¿Quiere decir que pese a la cercanía viven en diferentes planos? -A mí me parece que a veces se vive en diferente plano y eso es malo. Hay que trabajar por lo que la gente quiere, no por hacer una obra que te parece que luce mucho, si luego no es necesaria. Por eso la política municipal es diferente. Es lo que tiene de gratificante, que la cercanía ciudadana es constante. La gente valora lo más cercano y lo más cotidiano. -¿Qué cree usted que le preocupa más a la población de Benavides de Órbigo? -Hemos trabajado durante mucho tiempo y, por fin, el curso que viene tendremos el CEOS, el centro de educación secundaria obligatoria. Vamos a tener la suerte de que queden aquí los niños hasta los 16 años. La educación es uno de los temas principales de cualquier pueblo y hemos logrado este centro, porque tenemos población y tenemos niños. Esto es importantísimo. Lo que más preocupa es la educación, la atención a la tercera edad y los servicios sociales en general. Es un área que lleva muchísimo dinero y no se valora lo que merece. Hay que trabajar por mejorarlos. Y creo que también preocupa tener acceso a la cultura. Ahora hacemos un edificio de usos múltiples que va a ser auditorio con sala de exposiciones. Nos gustaría ofrecer, al nivel de un pueblo de tres mil habitantes, una programación cultural relacionada con la música, dando vida a la escuela municipal que tenemos y que costea el ayuntamiento íntegramente; al teatro y exposiciones. Contamos con el centro de salud y nos gustaría tener alguna especialidad más. Es la zona más grande de las rurales, pues tiene más de 20.000 habitantes. Y vamos a ofertar viviendas sociales. -¿Por qué no está abierta la residencia pese a haberse inaugurado en las elecciones de mayo? -Ahora ya estamos a punto, ha venido la inspección el otro día y estamos pendientes de que nos manden el informe para abrirla ya. Hace un año adjudicamos su gestión a una empresa privada, Clece. Tiene cuarenta plazas de residencia y 20 de centro de día. Las tarifas son diferentes para empadronados y no empadronados. Calculo que en menos de tres meses esté llena. -¿Tiene plazas concertadas? -No, de momento. Pero quizá se concierten con la Junta más adelante. -Hablaba antes de viviendas sociales, ¿Pretende con ello fijar población, algo tan complicado en el mundo rural? -Lo de fijar población en el mundo rural es dificilísimo. Lo de la vivienda social está bien porque hay mucha gente que lo necesita. Hicimos una encuesta y teníamos 35 solicitudes en la franja de 20 y 35 años y 11 entre 36 y 65 años. -Si un municipio como Benavides que está cerca de León, bien comunicado, tiene servicios sanitarios, educación secundaria y atención a las personas mayores. ¿Qué le falta para que resulte atractivo quedarse a vivir aquí? -Tenemos un porcentaje muy alto de población muy mayor, lo que hace que en unos años se disminuya población obligatoriamente. En cuanto a la gente joven, creo que para fijar población deberíamos de ser capaces de ofrecer empleo femenino de calidad. Las mujeres son las que mejor estudian y las que más se van porque buscan un empleo adaptado a su formación. En un curso que hicimos preguntamos a los jóvenes qué necesitarían para quedarse aquí y todo lo que decían lo tenían: no era una cuestión de instalaciones o servicios. Pero la perspectiva de trabajo y la libertad que tienen en la ciudad no está aquí. En el pueblo todo el mundo te controla mucho. Sí que se queda alguna gente joven... pero no mucha. Ahora que están subiendo los pisos en la ciudad, tal vez. -¿Usted propone algo para intentar atraer a gente a los pueblos? -Para potenciar el mundo rural habría que establecer unas bonificaciones fiscales para la gente que se asiente en los pueblos y unos complementos específicos para los funcionarios. Aquí trabajan cuarenta personas en el centro de salud y no vive nadie y otras 20 en el colegio y tampoco viven aquí. El empleo por sí solo no es suficiente. Aquí nos produce una satisfacción inmensa el polígono de Villadangos, que está a diez minutos de Benavides, algo más cerca no vamos a tener y, sin embargo, ya veremos cuanta población fija. -Acaba de dar el salto a la política autonómica, ¿presentará alguna iniciativa relacionada con Benavides? -Aún estamos aterrizando. Es totalmente diferente a la vida municipal. Y es muy distinto estar en el equipo de Gobierno que en la oposición. Si estás en el equipo de Gobierno es difícil presentar enmiendas porque está hecho por los tuyos, pero si estás en la oposición lo que tienes que hacer es presentar miles de enmiendas aunque no te las aprueben. Claro que se podrían hacer miles de cosas más, pero no hay dinero. -Pero la cámara también tiene un sentido territorial. Se eligen representantes por provincias... -Sí, sí, desde luego. Los de León estamos avalados por el número uno de la candidatura, Antonio Silván, que es el consejero de Fomento y creo que si alguien hecho por León. Pero hablando de iniciativas, si yo me juntara con mi gente y me dijeran necesitamos esto o lo otro a lo mejor no necesito presentar una PNL en las Cortes, voy y le planteo el tema a un consejero. -En definitiva, ¿no tiene nada que pedir para su zona? -Pues tenemos una potabilizara que está pendiente de una segunda fase, pero se ha hecho política de ella y varios ayuntamientos socialistas dijeron que se retiraban y de momento tenemos el proyecto parado. Este es un tema en el que hay que trabajar, pero la zona tiene que ser consciente de que lo quiere. -¿Y la depuración del Órbigo? ­-Hace doce años cuando entré el Ayuntamiento tenía un proyecto para nuestra depuradora y nos dijeron que no hacía falta porque era inminente el proyecto general. El otro día iban a venir a poner la primera piedra, pues a ver si es verdad que se hace. Sí creo que hay que trabajar por ese tipo de proyectos, pero a veces es difícil porque hay enfrentamientos en los pueblos. Estamos intentando mejorar el tema de las ambulancias, para disponer durante las 24 horas. Como proyectos comunes hemos pensado en hacer una ruta entre todos los ayuntamientos, pero en la mancomunidad hay muchos tiras y afloja... -¿De qué obra o proyecto siente más orgullo? -El CEOS, por lo que va a suponer para el ayuntamiento. O la residencia de ancianos. Los proyectos sociales. -Presente a a su municipio para invitar a la gente a visitarlo. -No tenemos monumentos importantes, pero destacaría la calidad humana del pueblo y de esta zona de la ribera. Creo que cualquiera se puede sentir muy a gusto. Benavides ya no es pueblo, pueblo... tiene servicios de todo tipo. Y tienes la naturaleza al lado. Se puede hacer una senda, ir a andar al río o hasta el pantano de Antoñán. -¿Cuál es su rincón favorito? -¿Sólo uno? Aparte del camino hacia el río, me gusta mucho caminar por el paseo del Centenario, al lado del agua. Es una característica que no tienen muchos pueblos, los canales, y Benavides tiene muchos canales. Y un rincón que me parece precioso es el lavadero, donde todavía se ve lavar a alguna mujer. -Tienen unos soportales espléndidos. ¿Es difícil conseguir que conserven? -Ahora mismo tenemos un problema porque los soportales se deben conservar en madera y hay unas ordenanzas que así lo exigen. Pero las cosas de urbanismo se entienden fatal, la gente se piensa que por tener una propiedad. Es lo peor del ayuntamiento. Los temas urbanísticos son los que más disgustos me dan. - ¿Tienen previsto hacer un plan urbanístico? -Estuvimos muchos años con las normas provinciales y la verdad es que las normas que tenemos son malas. Hay que reformar cosas, pero estamos pendientes de hacer una concentración porque es el único que no la tiene en toda la ribera. Querríamos verla como algo de futuro. El ayuntamiento no tiene fincas en el casco urbano, pero sí fincas agrícolas y nos gustaría aprovechar para hacer una salida o variante para canalizar el tráfico cuando tenemos fiestas o algún evento. Nos encantan los canales, pero la realidad es que nos cortan mucho para todo. Tenemos la zona deportiva llena de canales, la carretera igual... si fuésemos capaces de que la concentración nos ayude a salvar estas barreras. -¿Por qué rehacer el molino que está destruido desde hace años? ¿Qué uso va a tener? -Porque en Benavides el molino, igual que los ocho caños, es un referente. Es curioso que muchos no los han visto nunca, pero encargas a un niño un cartel de fiestas y todo el mundo pinta la torre de la iglesia, los ocho caños y el molino. En esta primera fase sólo se va a intentar hacer el edificio como era. Lo desplazaremos un poco sobre su ubicación original. Pero aún no tenemos definido el uso. Ana Rosa Sopeña confiesa que llegó a la política «por casualidad» y de la mano de su marido. «Le buscaban a él para candidato y dijo que no, pero que yo sí». Han pasado tres mandatos y casi trece años. Camina por el cuarto y vive a galope entre León, donde estudia su hija menor y duerme de lunes a viernes, Benavides de Órbigo y Valladolid. Desde las elecciones autonómicas del 2007 es también procuradora en las Cortes de Castilla y León. Su político favorito es Juan Vicente Herrera, a quien ve cercano a la gente y preocupado por sus problemas. A la «vice», María Jesús Ruiz, le agradece el apoyo para sacar adelante el VII Centenario del Mercado de los Jueves de Benavides y a Silván, «ser el valedor de todos nosotros ante la Junta». Con tanta vida política se ha quedado sin tiempo para las aficiones. Ni siquiera va a la piscina en verano, asegura. ¿Son diferentes hombres y mujeres en la forma de gobernar de hombres y mujeres? -Sí, creo que sí. A mí me parece que la mujer es mucho más constante y nos implicamos mucho más en las cosas. Somos más detallistas. Eso, al final, se nota. -¿Qué opina de la Ley de Igualdad que impone la obligatoriedad a los partidos de hacer listas paritarias? Su partido lo recurrió y perdió en el Tribunal Constitucional? -A mí me gusta. Creo que facilitará que en menos años la mujer tenga la misma representación. Por la otra vía tardaríamos mucho más. Lo digo de verdad, me parece bueno. Ahora mismo no tiene ningún sentido decir que vayan las más preparadas porque ya hay muchas mujeres preparadas, igual que hay muchos hombres. Sí, mi partido lo recurrió pero a mí me gusta. -Aquí no hay paridad. -La ley obliga a los ayuntamientos de más de cinco mil habitantes, un tamaño en el que creo que ya es fácil encontrar hombres y mujeres. Si lo ponen en un ayuntamiento de 500 puede ser que aparezca una candidatura de mujeres porque se unen y quieren trabajar o que no encuentres mujeres. En el ayuntamiento sólo hay una mujer más en mi grupo. El mayor problema de los pueblos es cubrir las listas en todas las pedanías. La gente es más mayor, a las mujeres les cuesta más meterse... Por eso hay que empezar de alguna manera y promocionar que las mujeres participen. La realidad es que siempre lo llevan todo: asociaciones culturales, sociales, y lo llevan perfectamente. -¿Por qué a muchas mujeres les cuesta más dar ese paso hacia la vida política si están al frente de múltiples actividades? -Por la responsabilidad y porque se plantean si lo harán bien o no. Los hombres ni se plantean esas cosas. Yo creo que si se trabaja las cosas salen y me imagino que da igual que sea un hombre o una mujer.

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