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«Soy un actor disciplinado»

Fran Perea | El intérprete y cantante es uno de los nuevos médicos residentes que ha fichado el «Hospital Central»

Fran Perea regresa a la que es la serie más longeva de la pequeña pantalla como facultativo

Publicado por
CH. L. MONJAS | texto
León

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De paciente a médico. Hace más de cinco años, Fran Perea ingresó en Hospital Central por exigencias del guión -interpretaba a un joven futbolista que ve truncada su carrera por una lesión en la rodilla-. Ahora, el actor y cantante malagueño regresa a la que es la serie más longeva de la pequeña pantalla como facultativo. El inseguro Marcos de Los Serrano se incorpora a la plantilla de urgencias del Central como médico residente, personaje que al tener fecha de caducidad le ha permitido terminar la grabación del que es su tercer álbum de estudio, disco al que este artista que ha participado en el vídeo de la Plataforma de Apoyo a Zapatero (PAZ) todavía no ha dado título. -¿Cómo ha llevado la bata blanca? -Muy bien. En esta serie me encuentro como en casa. Además, hago un personaje cerrado, sólo aparezco en un número determinado de capítulos -no dice cuántos-. -¿Por qué aceptó este trabajo? -Porque es una serie de calidad. También me llamó la atención que el papel era distinto a lo que había hecho, y que no era comedia. -Quiere que se olviden de su paso por «Los Serrano». -No quito nada de mi carrera. Y no me molesta nada que me sigan recordando por esa serie, a la que he vuelto a visitar. Yo no veo este trabajo como el cierre de una etapa, pero lo que queremos los actores es hacer papeles distintos. -¿Qué me puede contar de su personaje, Enrique Trujillo? -No mucho. Es un residente de primer año amable, discreto, muy normalito. Es un tipo que cae bien, que casi pasa desapercibido para el resto de sus compañeros, y que guarda un secreto. Pasan una serie de cosas y ese secreto sale a la luz. -Entonces, Trujillo no es un personaje fijo de «Hospital Central». -No. Tiene un principio y un fin. Como estaba con mi tercer disco, no quería meterme a tope en una serie, y ésta me ha permitido hacer la grabación y seguir desarrollándome como actor. -¿Algún contacto con el mundo sanitario? -Tengo un tío médico y un tía enfermera a los que he preguntado alguna cosa. Hospital Central tiene un grupo estupendo de asesores que te aclaran todas las dudas. Estar en la serie te hace entender un poco más cómo se trabaja en los hospitales. La sanidad pública que tenemos en España es un gustazo, es para sentirse orgulloso. -¿Qué opina de lo que ha pasado en el hospital de Leganés Severo Ochoa? -Lo he seguido, pero prefiero guardarme la opinión. -Por ahora, todas sus intervenciones televisivas han sido en Telecinco -«El Comisario», «Al salir de clase», «Los Serrano» y «Hospital Central», que iniciará su 15 edición en marzo-. -En Hospital... me han recibido muy bien, me he sentido muy cómodo, y me ha permitido volver a ponerme delante de la cámara y, de nuevo, estar fresco. El ritmo de la tele es muy fuerte, cuesta adaptarse porque es muy agresivo. Pero aquí lo he encontrado más tranquilo. -¿Espera que «Hospital...» cambie su vida como le pasó con «Los Serrano»? 1397058884 Los Serrano pegó el pelotazo y al entrar cada semana en su casa, pues te conviertes en una pieza de su vida. Es una sensación rara porque tu tienes tu vida y la gente te ve como alguien de su familia. -¿Se ha arrepentido de dejar de ser un miembro de la familia Serrano? -No. Mi personaje se estancó, seguía teniendo 17 años y yo le sacaba diez. Hay que tener la valentía de decir que no cuando ves que no puedes evolucionar. Unos dan el paso y otros chupan del frasco, algo que respeto, pero que no va conmigo. -Usted se mueve. Canta y actúa en la tele, cine -«Los managers», «El camino de los ingleses» y «Las 13 rosas»- y el teatro -su última obra ha sido «Fedra» junto a Ana Belén-. -Hay que abrir el abanico para tener más opciones. Lo importante es estar en proyectos interesantes, estén donde estén. Vengo del teatro, pero nunca había hecho una obra de la envergadura de Fedra con un director como José Carlos Plaza y una compañera como Ana Belén. Ha sido un aprendizaje brutal. Y en el cine estoy empezando. -Por cierto, este año no se le vio por la ceremonia de los Goya, y eso que «13 rosas» era una de las películas más nominadas. -Es que estaba trabajando. Es importante celebrar una fiesta para que nuestro cine promocione sus trabajos y a la gente le entre ganas de ir a verlos. -¿Cómo se define en su trabajo como actor? -No sé, no sé. Me gusta involucrarme, sentir los proyectos míos. Pienso que soy disciplinado y profesional.