Cuba inicia una transición hacia los modelos chino y vietnamita
|||| En julio del 2006 comenzó el proceso de «jubilación» de Fidel Castro, y con ella la transición que a partir de este domingo profundizará su andadura hacia el cambio. Cómo se llevarán y con qué velocidad es una incógnita, pero introducir mejoras económicas y sociales sin tocar los lineamientos básicos del socialismo caribeño tampoco es una receta nueva: ya lo han experimentado, de momento con éxito en China y en Vietnam. El encargado de tomar las riendas de ese nuevo rumbo será, salvo sorpresas que tampoco se pueden descartar en este país que sabe guardar celosamente los secretos, será el general Raúl Castro. Pero no lo hará solo. Hombre de partido al fin, podrá contar con el Partido Comunista de Cuba, ente superior en esta sociedad, la vieja guardia -ya quedan pocos de los veteranos «barbudos»- y otra intermedia. Entre estos, destaca Carlos Lage Dávila, quien ejerce como Secretario Ejecutivo del Consejo de Ministros, equiparable al cargo de Primer Ministro y tercer hombre en el organigrama del poder cubano, y que en el pasado ha apoyado las iniciativas aperturistas de Raúl Castro. Su importancia ha llevado a algunos observadores a citarlo como un posible sustituto de Raúl en la primera vicepresidencia del Consejo de Estado e incluso hay quien piensa que podría ser elegido jefe de Gobierno, en el caso de que por alguna razón, todavía oculta, el actual presidente «provisional» optará por mantener un puesto más alejado de los focos. Lage, junto con el ministro de Asuntos Exteriores, Felipe Pérez Roque, es la cara más conocida internacionalmente después de los hermanos Castro. Además, como lo ha venido haciendo en los pasados 19 meses de convalecencia también tendrá que contar con las a partir de ahora «reflexiones del compañero Fidel». El comandante continuará ostentando la presidencia del PCC mientras no haya una renuncia expresa o un nuevo congreso partidista. También mantendrá su escaño como diputado, puesto que no ha renunciado a él, y por lo tanto, podría ser uno de los 31 miembros del Consejo de Estado. Pero electo o no, lo que nadie duda es que los cambios deben producirse y, aunque no podrán ser «tan rápidos» como la geste desearía, se esperan que se agilicen algunos como aperitivo. Fuentes consultadas, comentaron que hay un «paquetazo» a la vista en cuanto se instale el nuevo parlamento. La sufrida población cubana está cansada de pasar dificultades en el transporte, la vivienda, la alimentación, la burocracia. Se queja de no tener acceso a Internet abierto, de no poder comprar coche o vender sus casas. Y para colmo, en los últimos tiempos, las críticas alcanzan al sector de la salud y la educación, los dos pilares de la revolución castristas por el envío masivo de médicos y educadores en misiones internacionalistas.