¿Es Carla la nueva Diana?
La elegancia, belleza y simpatía de Carla Bruni, la ex modelo convertida en Primera Dama de Francia, ha conquistado a los británicos, que ya la comparan con Jackie Kennedy y se preguntan por el tremendo vacío dejado y si es una digna sucesora d
Su presencia en Londres, con motivo de la visita de Estado del presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha despertado el interés de los medios británicos, y de medio mundo que le dedican titulares como «Oh, La, La Madame Sarko», «La Primera Dama chic» o «¿Es Carla la nueva Diana?» Desde que bajó por las escalerillas del avión que la trajo al Reino Unido para acompañar a Sarkozy, la cantante de 40 años acaparó toda la atención, incluso más que el presidente francés, por su vestuario y por lo atinado de la elección de sus zapatos, sin tacones, para no aparecer mucho más alta que su marido. El gris ha sido el color preferido para los atuendos que vistió Bruni en estos dos días de visita de Estado, desde el abrigo con el que bajó del avión presidencial hasta el traje de chaqueta pantalón que llevó debajo de un sobretodo morado para almorzar con Sarah Brown, esposa del primer ministro británico, Gordon Brown. Incluso el sombrero pastillero que vistió es comparado con los de Jackie Kennedy, a la sazón admiradora de la elegancia francesa. Los expertos saludan el detalle tan diplomático que ha tenido Bruni al elegir la marca Christian Dior para su ropa, porque es una casa de alta costura venerada en Francia y porque en ella trabaja el británico John Galliano, que diseñó su abrigo gris. Bruni se cambió varias veces de ropa en el primer día de la visita de Estado, con atuendos siempre en tonos grises que contrastaban bien con el tiempo nuboso en la capital británica. Los medios británicos han comparado su vestimenta a la de las enfermeras, aunque también creen que tiene algo de recatado, a lo mejor para contrarrestar la coincidente publicación, de una fotografía de la ex modelo desnuda -tomada hace unos años- y que será subastada próximamente en Nueva York. Además, su cartera, pequeña y más bien cuadrada, se parecía a los inseparables bolsos de la reina Isabel II. La elegancia de Bruni ha contrastado, en cambio, con la de Camilla, cuyo abrigo y sombrero con plumas, que tenían detalles de leopardo, han sido criticados por los estilistas. «El sombrero pastillero de Bruni fue perfecto. Pobre Camilla, parece que un faisán se hubiera estrellado contra la cabeza», tituló el periódico Daily Mail sobre la vestimenta que llevó la esposa del príncipe Carlos al recibir al matrimonio Sarkozy. Las cámaras de televisión han seguido los pasos Bruni, como cuando salió sola de Downing Street con Sarah Brown para apoyar juntas a la organización no gubernamental White Ribbon Alliance, que trabaja para reducir la mortalidad de las mujeres en el parto. Bruni ha llamado también la atención por la atracción que pareció despertar entre los hombres, desde el príncipe Carlos, que le besó la mano nada más llegar, hasta el duque de Edimburgo, quien parecía deslumbrado mientras viajaba con ella en carroza por las calles de Windsor (a las afueras de Londres). Algunos diarios incluso publican viñetas divertidas sobre la visita, como el diario The Times, que saca la caricatura de una carroza, con el duque de Edimburgo y Bruni en el interior, acompañados por guardias reales desnudos montados a caballo. En la viñeta, el duque de Edimburgo le dice a Bruni: «¡Cualquier cosa para hacerla sentir en casa, Señora Sarkozy!».