Mitsubishi Lancer Sports Sedán, herencia de carreras
Mitsubishi acaba de recurrir a una de sus míticas denominaciones, Lancer, para proponer una berlina media «de raza». Estética atractiva, precio ajustado y dos motores (gasolina 143 CV y gasóleo 140 CV). Su tarifa oscila entre 20.450 y 27.700 eu
Un nombre de glorioso pasado. La de Lancer se ha situado ya en la mitología de Mitsubishi, por mucho que a los lectores más jóvenes quizá no les diga mucho... Carisma sin duda lo hará -sonar- más y también la sugestiva variante deportiva EVO. En cualquier caso, se trata de la berlina media con la que los nipones de Mitsu vuelven a conquistar el corazón de sus incondicionales. Presente en las carreras desde 1973, el Lancer vuelve de la pista a la calle con argumentos más que sobrados para seguir gustando. Así que... tras el Carisma, de nuevo el Lancer. Enemigo natural de realizaciones como el Ford Focus, el Seat León o el Renault Mégane, el nuevo Lancer mide 4,56 metros -casi lo que un BMW Serie 3- y su frontal evidencia, entre otras cosas, la herencia estético-deportiva. Una imagen que el fabricante pretende implantar paulatinamente en todos sus modelos. El interior, sin demasiadas concesiones a lo superfluo, algo bastante habitual en los modelos japoneses, sí que hace gala de un encomiable desarrollo ergonómico: todo bien colocado y sin complicaciones de utilización, por mucho que el volante sólo se regule en altura y que el Lancer no pueda presumir de un maletero excesivamente capaz (377 litros). Bueno... tampoco es lo que más pueda preocuparnos, dada la filosofía del coche. El Lancer Sports Sedán salta a la palestra del mercado español con dos motorizaciones. Un tetracilíndrico de gasolina (desarrollado por Daimler Chrysler y Hyundai) que cubica 1.8 litros y entrega 143 CV, exclusivamente unido a una caja automática de variador continuo y 6 relaciones (CTV) que, dicho sea de paso, se presume como una mecánica prácticamente simbólica dadas las inclinaciones del mercado español. La segunda posibilidad sí que tiene mayores visos de realidad comercial -del fabricante apunta hacia el 99% de las ventas-. Se trata del también cuatro cilindros turbodiesel bomba-inyector (firmado por VW) de 140 CV que, como se sabe, resulta ser una de las estrellas del consorcio automovilístico germano; un motor de probadas prestaciones, fácil manejo e interesantes recuperaciones desde los regímenes medios y bajos. Es, sin duda, el que «hay» que comprar si se quiere sacar todo el partido a las posibilidades dinámicas del Lancer. Máxime porque las versiones más equipadas de esta mecánica adoptan llantas de 18 pulgadas, calzadas con neumáticos de perfil 45 y con unos tarados de suspensión más orientados hacia la deportividad que a la pura confortabilidad familiar. Mitsubishi ya está trabajando en el desarrollo de una también nueva línea de motores turbodiesel «Clean Diesel», que podrían estar disponibles hacia la próxima primavera de 2009. El «calendario» del Lancer contempla la aparición (septiembre) de la carrocería Sportback (familiar) y también de la versión «Rallyart» 2.0T de 240 CV; aunque antes de eso, en junio, habrá llegado la bomba Lancer EVO de 295 CV, que se situará en el techo de la gama. El Lancer turbodiesel 2.0 DI-D está disponible en tres acabados: Inform (20.450 euros), Intense Tech (23.450 euros) e Instyle (27.700 euros). Mientras el gasolina 1.8 sólo se vende en acabado MIVEC, con un precio de 26.200 euros. El equipamiento de serie en toda la gama es tan completo, que se adoptan hasta 9 airbag, incluido el de rodillas para el conductor.