Diario de León

Alerta «mozzarella» Europa no se fía y amenaza con el embargo

El famoso queso de búfala italiano es la última víctima de la crisis de la basura de Nápoles y está bajo sospecha por el hallazgo de altos niveles de dioxinas

Publicado por
ÍÑIGO DOMÍNGUEZ | TEXTO
León

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La «mozzarella», el delicioso queso de búfala de la región italiana de Campania, está bajo observación por una de esas periódicas alarmas sanitarias de la hipocondría informativa. Parece un poco exagerada, pero siendo Italia nunca se sabe, porque el problema es la falta de credibilidad de un país que hace tiempo que ha tocado fondo. Por si acaso Corea del Sur y Japón han bloqueado partidas en la frontera a la espera de que se aclare la cuestión y la UE ha pedido explicaciones a Roma. A finales de esta semana el informe enviado a Bruselas reconocía «algunos casos positivos, pero muy limitados». Todo ha empezado, para variar, de forma confusa, con una investigación contra la Camorra que llevó hace una semana a secuestros de granjas y fábricas de «mozzarella» en la región de Nápoles y sus alrededores, aunque las autoridades también dicen que eran controles rutinarios. El caso es que han aparecido niveles de dioxinas por encima de lo permitido en 25 empresas, de 130 supervisadas, y se han cerrado las 83 granjas que les abastecían de leche. Las dioxinas son sustancias potencialmente cancerígenas contenidas en pesticidas o que surgen al quemar productos químicos, plástico y otros materiales. Se piensa que han podido llegar a las búfalas a través del forraje, por basura vertida o quemada. Sin contaminación Las autoridades sanitarias aseguran que nada contaminado ha llegado al mercado. Los Carabinieri y los productores hablan de «globo mediático». Además, para que las dioxinas tengan efectos en la salud es necesario un empacho de más de un kilo de «mozzarella» al día. Sin embargo, con la comida todo el mundo se pone nervioso, y más últimamente si viene de Nápoles y alrededores. ¿Por qué? Porque, aunque nadie se acuerde o se lo crea fuera de Italia, la región sigue llena de montañas de basura. Desde Navidad. Lo de la «mozzarella» está bien para recordarlo. No se ha probado la conexión entre las dioxinas halladas y la porquería despanzurrada alegremente por Campania, pero da igual. Los tomates mutantes y la «mozzarella» radiactiva forman parte del imaginario popular italiano desde que comenzó la emergencia de las basuras en 1994. Sí, en efecto, hace 14 años y cinco legislaturas, y nadie ha hecho nada. Es porque la Camorra tira por los descampados los residuos tóxicos. Sus empresas se hacen con los contratos de tratamiento de basuras peligrosas porque dan los precios más bajos. Y los dan porque lo único que hacen con ellas es abandonarlas y quedarse con la pasta. El otro día un programa televisivo mostró en un vertedero un cargamento de residuos tóxicos, pero con el camión y todo. Para qué andarlo descargando. El ministerio de Sanidad afirmó que las dioxinas «no tienen nada que ver con la actual crisis de la basura, que es urbana». Se debería a la combustión de «desechos industriales agrícolas» o a forraje contaminado. Lo digan como lo digan la basura es la clave, y es ya el paisaje de Nápoles. Una tristeza para una de las ciudades más bellas de Italia. Hoteles y restaurantes cierran por el bajón del turismo. Las ventas de»'mozzarella», un negocio de 300 millones de euros, han bajado un 60%. Como es natural, las elecciones son dentro de dos semanas y ningún político habla de basuras ni de mafia. Como es lógico, les votarán de todas maneras. Sorprendentemente, no cambiará nada. La Comisión Europea (CE) exige a Italia medidas urgentes que garanticen que las partidas de queso mozzarella contaminadas por dioxinas no entran en el mercado comunitario y volvió a amenazar a este país con un embargo comercial. «Las medidas puestas en marcha no bastan para garantizar que ningún producto contaminado entra en el mercado, puesto que no se ha retirado ningún producto potencialmente contaminado y el programa de vigilancia de las explotaciones de la región de Campania es todavía muy limitado». «Si considera que las nuevas medidas son inadecuadas, la Comisión estudiará proponer medidas de salvaguarda contra los productos lácteos procedentes de la región de Campania», añade la nota, que no especifica en qué plazo deben actuar las autoridades italianas, pero sí les exige una respuesta «urgente». Las autoridades italianas han explicado a la CE que se han tomado muestras del queso y de la leche de búfala empleada para fabricarla en 130 queserías y que se han medido sus niveles de dioxinas y de PCB, ambas sustancias tóxicas potencialmente cancerígenas. En 25 de estas fábricas se detectaron niveles superiores a los permitidos por la legislación europea, por lo que las autoridades competentes han precintado las granjas de búfalas que las abastecían -83 en total- y destruido la leche almacenada. Sin embargo, Bruselas considera que estas medidas no bastan para responder a una alarma que ha llevado a Corea del Sur, Japón y Taiwán a restringir las exportaciones del popular queso .

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