El renacimiento de las sopas de trucha
La cafetería Polígono 10 ofrece una interesante versión de la cocina tradicional leonesa
Las sopas de trucha, inmerecidamente olvidadas en los últimos tiempos, son uno de los hitos más importantes de la gastronomía leonesa. Las riberas de nuestros grandes ríos trucheros, del Porma, el Esla o el Órbigo, están jalonadas de pequeños bares, mesones y tabernas, que ofrecen este tradicional plato con una misma partitura, pero con formas bien distintas de interpretarla. En la capital son pocos los establecimientos hosteleros que las conservan en sus cartas, y menos aún los que las ofrecen como emblema de su casa. Pero algunos quedan, por ejemplo la Cafetería Polígono 10, situada en la calle Moisés de León, donde desde hace veinte años la sopa de trucha es manjar imprescindible. Tiene lógica este interés por el popular ciprínido, ya que Eugenia y Nino Hidalgo, velaron sus primeras armas hosteleras en la piscifactoría de Castrillo del Porma y claro, allí las truchas eran prácticamente plato único. Después regentaron un hotel-restaurante, en el Puente Villarente, también a la orilla del Porma. Finalmente, hace ahora veinte años, dejaron el mundo rural para buscarse el futuro en la capital, donde se trajeron toda su experiencia. Ya lo saben, si quieren degustar unas extraordinarias sopas de trucha o una exquisita trucha a la leonesa, la Cafetería Polígono 10, es el lugar ideal. Pero Eugenia y Nino ofrecen más cosas, «especialmente raciones -nos cuentan- el pulpo a la gallega es otra de nuestras grandes especialidades, y la lengua estofada, las mollejas, el bacalao al ajo arriero, los callos bien picantes, las almejas a la marinera... Y hay otra cosa, por encargo podemos preparar los más variados banquetes. Si alguien viene y nos encarga un menú, lo hacemos sin ningún problema. En este caso lo que mejor son sale es el lechazo asado, pero también gustan mucho las patatas con carne o langostinos y otras muchas cosas». Y es que Eugenia es una gran cocinera, una cocinera con enorme experiencia que sabe encontrarle el punto perfecto a cualquier especialidad de la cocina tradicional. En postres son especialmente solicitados sus flanes y su arroz con leche. Los menús del día y los platos combinados también están estupendamente representados en la Cafetería Polígono 10. El menú del día, con un plato de cuchara en in invierno (a destacar sus lentejas con chorizo) y siempre con tres primeros, tres segundos y postres a elegir, cuesta 9 euros, uno de los más baratos de la capital, y más barato aún si nos atenemos a la relación calidad-precio. Los platos combinados son los tradicionales y cuestan de 9 a 10 euros, según el elegido. Y los jueves cocido leonés por todo lo alto. «No se olviden -nos dice Nino- de las manitas de cerdo y la paella, que son otras de las cosas que mi hermana hace maravillosamente».