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Publicado por
León

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Desde que nació Isaac ha convivido con animales. Primero fue Diana una Pastor Alemán con la que se crió desde muy pequeñito. Eran inseparables, se pasaban el día jugando y haciendo alguna que otra travesura y aunque apenas la recuerda lo que si sabe es que significó mucho para él. Tuvo muchísimos animales con los que pasaba horas y horas, gallinas, patos, conejos, cerdos, vacas, caballos¿en una ocasión tuvo en casa una pequeña granja que cuidaba junto a Zar, un pequeño perrito mestizo que fue para Isaac «el mejor perrín del mundo». Ahora a punto de terminar la carrera de Veterinaria nos presenta a Luca, otro Pastor Alemán que llegó a casa con mes y medio y apenas tres kilos de peso. Todo parecía ir bien, Luca era tranquilo y dormía prácticamente todo el día, pero cuando creció, recuperó el tiempo perdido. Ahora desborda energía, es puro nervio, a parte de su pequeña afición de destrozar y comer pelotas dando a su dueño algún que otro disgusto, es un animal fiel y cariñoso. Las clases con el adiestrador han ayudado a Isaac a conseguir que Luca sea un poco más obediente y equilibrado. Con 22 años Isaac ha comprobado que el hecho de crecer en contacto con animales a lo largo de su vida ha sido muy beneficioso para su desarrollo y educación. Ha disfrutado al máximo con ellos y asegura que le quedan muchos momentos bonitos por descubrir. A parte de la música los animales son su gran afición, y hoy por hoy hay dos cosas que le harían aún más feliz, acabar la carrera y que Luca por fin asiente la cabeza.