Los perros comienzan su lucha contra las garrapatas
Llega el buen tiempo y con él la época en la que las garrapatas son más activas. Provocan fuertes infestaciones y su picadura puede trasmitir enfermedades graves a los animales y también al hombre
Como consecuencia de los efectos del cambio climático podemos encontrarnos garrapatas todo el año, por lo que debemos usar métodos preventivos adecuados de manera continuada. Se prevee un aumento de incidencia de estos parásitos durante los próximos meses debido a las suaves temperaturas del pasado Invierno que no han sido letales y han hecho que permanezcan en el ambiente. Las garrapatas suelen localizarse en zonas verdes, bosques, jardines, arbustos, donde esperan impacientes el paso de animales o personas para quedarse enganchadas escondiendo su cabeza bajo la piel de sus víctimas para posteriormente alimentarse de su sangre. Son parásitos obligados y temporales, es decir, necesitan de un hospedador para sobrevivir y reproducirse, y transcurridos unos días, una vez que están bien llenas se sueltan. Lo tienen todo bajo control, su saliva presenta una sustancia que evita que la sangre se coagule y otra con efecto anestésico, de manera que la picadura no produce molestia y asi pasan desaparcibidas. Normalmente se alojan en el cuello, orejas, espacios interdigitales donde provocan lesiones irritativas. Constituye una amenaza para los perros ya que este ácaro puede trasmitir graves enfermedades a través de su picadura. La más importante es la Babesiosis, provocada por un protozoo, Babesia canis, que puede ser vehiculado en la saliva de la garrapata y que pasa al torrente circulatorio cuando su aparato bucal chupador penetra en la piel del hospedador. Desde este momento hasta la aparición de los primeros síntomas pueden pasar entre 15 y 20 días, durante los cuales el protozoo ha tenido tiempo de introducirse en los glóbulos rojos, multiplicarse y producir su ruptura o hemólisis con la consecuente anemia. Los síntomas más característicos son el decaimiento, fatiga, fiebre alta, la orina se vuelve oscura (color caramelo a veces), anemia y en ocasiones ictericia (mucosas amarillentas)y alteraciones neurológicas. Existen otros signos menos específicos, digestivos o respiratorios que pueden dificultar el diagnóstico, pero en cualquier caso requiere tratamiento médico inmediato ya que muchos no logran sobrevivir al proceso. Otra de las enfermedades es la Borreliosis o enfermedad de Lyme, zoonosis, por lo tanto puede afectar al hombre, siempre y cuando sea picado por una la garrapata que porte la bacteria y en ningún momento puede ser contagiado por contacto directo con el perro. Afecta a la piel, articulaciones y sistema nervioso. El punto clave se encuentra en la prevención, usando regularmente antiparasitarios externos durante todo el año y sobre todo a partir de Marzo. Es importante que al regresar de cada paseo revisemos cuidadosamente el cuerpo de nuestro perro para asegurarnos de que no tiene ninguna. El veterinario le aconsejará sobre los mejores métodos para librarse de estos molestos y peligrosos parásitos y de cómo eliminarlos una vez que se han enganchado.