Diario de León

El misterio de la Cavita

Una cafetería moderna con una cocina basada en la mejor tradición culinaria asturiana

CUEVAS

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Publicado por
MARCELINO CUEVAS | texto
León

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Los nombres de los establecimientos hosteleros despiertan mi curiosidad desde que hace ya muchos años, pongamos treinta o más. Entonces abrió sus puertas en la zona del Burgo Nuevo el Seaky. Uno, en su ignorancia, le atribuyó una enigmática procedencia japonesa, procedencia que un amable camarero confirmó completamente equivocada. Seaky, eran, simplemente, las sílabas iniciales de los nombres de los dos dueños del nuevo establecimiento: Secundino y Aquilino. Para morirse. Pues bien, también hemos sentido esa sana curiosidad hace unos meses cuando en la avenida de la República Argentina, La Jarra de Guzmán pereció de un ataque de éxito, para convertirse en la Cavita. Alegoría a una bodega peña, o a una cava minúscula, a un apócope del cava¿ No, sencillamente otro acrónimo, las sílabas iniciales de café, vino y tapas. Ca-vi-ta. Aclarado este punto pasamos a comentarles lo que se pueden encontrar en este concurridísimo establecimiento hostelero que abre cada día sus puertas a las ocho menos cuarto de la mañana, menos los festivos que inicia su jornada a las nueve. Está regentado por dos socios que llevan todos los años del mundo en el negocio. Bares, cafeterías, restaurantes, discotecas e, incluso, alguna taberna, han sido su mejor escuela profesional. Son, Francisco G. Abad y David S. Domínguez. En la Cavita tratan de ofrecer una amplia gama de los mejores vinos y una boutique del vino, para satisfacer las demandas de sus clientes con unos precios muy competitivos. Pero el gran atractivo del establecimiento son sus tapas, raciones y platos combinados. Hablando de este tema, nos cuentan: «Nuestras tapas más características son la oreja y el morro, la tortilla de patata, el pote gallego, que triunfa todos los viernes, boquerones, sopas de ajo¿ todas ellas son especialidades de nuestra cocinera, María, madre de uno de los socios y profesional de los fogones desde hace muchos años. Ella hace una cocina tradicional que sabe traer a la actualidad para que esté acorde con la línea de este moderno establecimiento. Es de origen asturiano y eso se nota mucho en los guisos que realiza». Aquí la oferta gastronómica comienza a primera hora de la mañana con unos desayunos en los que el clásico café se puede acompañar, además de la bollería tradicional, de tortilla, tortilla francesa, jamón con tomate, bonito en salsa de tomate, filetes de pollo con lechuga, bacón con queso¿ y otras muchas delicias. Viene después la hora de los vinos, es el momento de picar croquetas caseras, callos de León, calamares a la romana, provolone a la parrilla, morcilla de León o mejillones al estilo de María. Con todo esto cualquiera puede organizarse una estupenda comida, pero por si prefiere otra cosa en la Cavita presentan estos platos combinados: escalope de ternera con patatas fritas; milanesa napolitana, también con las inevitables patatas fritas; huevos fritos, patatas fritas y chorizo a la plancha; huevos fritos con jamón ibérico y San Jacobo casero de pollo con ensalada. Y también sándwiches: el mixto de jamón cocido y queso, opcionalmente con huevo frito. El vegetal con lechuga, tomate, atún, huevo cocido, espárragos y mayonesa y el especial de la casa, el Súper Paco, con lechuga, tomate, jamón serrano, pollo a la plancha y queso. También preparan aquí cenas especiales por encargo. Las raciones están entre los 7,00 y los 11,00 euros, los sándwiches a 2,50 y 3,00 y los platos combinados entre los 7,00 y los 12,50. Pero quizá los auténticos protagonistas de Cavita son los vinos. En esta casa se pueden degustar los mejores vinos del país, desde afrutados albariños hasta recios riojas, pasando por las mejores referencias de las denominaciones de origen leonesas, siempre en su punto justo de temperatura, con la tapa apropiada y abundante y a unos precios, no vamos a decir que baratos, que con la crisis ya nada es barato, pero sí muy ajustados.

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