Se busca 007, sueldo a convenir

Desde el Reino Unido hasta Israel, las agencias de espionaje ofrecen empleo a candidatos con aptitudes diversas y que quieran servir por la causa y velar por la seguridad de un país en el que previamente estén nacionalizados. Así, el futuro agente 007 del Servicio Secreto Británico (SIS), conocido como el MI6, se encontrará con un «ambiente casi familiar», según su página web (www.sis.gov.uk), y «con una cálida bienvenida» en un trabajo en el que se socializa en la sede central mediante el bar, el gimnasio y la biblioteca. Los espías del Gobierno británico en ultramar -de 21 a 65 años- cuentan con facilidades para conseguir la conciliación laboral y personal, según el SIS, ya que cuentan con vacaciones (25 días al año), con días de convenio laboral (10,5) y hasta las mamás espías tienen derecho a seis meses de baja por maternidad. Los futuros James Bond deben demostrar talento, nivel intelectual y curiosidad en temas internacionales y culturas, trabajar bajo presión y en el extranjero, así como mostrar su integridad personal en un equipo de gran diversidad étnica y social y en el que se admiten minusválidos. Cuantos más idiomas dominen los espías será mejor obviamente, pero, en la actualidad, se demanda especialmente el dominio del árabe, el dari y el pashtún (Afganistán), el farsi (Irán) y el mandarín (lengua oficial de China). En España, quien quiera llegar a ser el agente secreto Mortadelo, puede optar a la plaza de «Oficial de Inteligencia» del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), pero para ello debe de ser titulado universitario y no tener defectos físicos. En Francia, el plazo siempre está abierto en la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE) para el candidato a espía internacional que acate el lema «Partout où nécessité fait loi (En cualquier lugar, donde la necesidad hace ley)» y escriba una carta explicando ¿por qué quiere ser agente secreto?. Y para trabajar en la mítica Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos hay una amplia oferta de empleo para todo tipo de especialistas en ciencia, ingeniería, tecnología, traductores y analistas y agentes del servicio secreto para asuntos militares, de contra inteligencia y contra terrorismo. Para estos últimos puestos de riesgo, tras pasar exámenes físicos, psicológicos, de poligrafía y de actitud, el candidato -en algunos casos específicos- tiene que pasar un entrenamiento de un año, cobrará un sueldo medio anual de 31.298 a 42.547 euros, tendrá seguro médico y de vida, cobertura de estudios, jubilación y, si tienen niños, se les pagará la cuota del centro al que los lleven. Límite de edad La CIA -que recibe unas 10.000 solicitudes al mes- no ofrece un «empleo, sino una perspectiva y un estilo de vida», en el que no se discrimina en razón de sexo, raza, orientación sexual, religión, minusvalías y edad -aunque para ciertos servicios el límite de entrada sean los 35 años- y, además, se pueden lucir tatuajes. Por otro lado, el no menos legendario KGB soviético se transformó en otros servicios de inteligencia rusos, entre ellos, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) y el Servicio de Inteligencia Exterior (SVR), que no comunican cuáles son las premisas que se requieren para optar ni desertar de ser espía. Pero en este último aspecto tan sólo hace falta remitirse al caso sin esclarecer del ex espía ruso Alexander Litvinenko que fue asesinado con la sustancia radiactiva polonio-210 en noviembre de 2006. En otras latitudes, como en América Latina, hay países con tradición de contraespionaje como Cuba, que cuenta con un servicio de inteligencia exterior, conocido como el DI, y en Argentina, la Secretaría de Inteligencia, entre otros. En Oriente Medio, los servicios de contraespionaje y secretos son parte de la sociedad y del conglomerado del Ministerio de Defensa. Así, los agentes israelíes pueden pertenecer al Mossad (Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales) -que trabajan fuera del país- o al Shabak, que operan en Israel y Cisjordania. El Mossad no detalla, en su página de Internet, las categorías que ofrecen su agencia, ni su salario ni condiciones laborales, como los iraníes, que con su Ministerio de Información y de Seguridad (Vevak) disponen de uno de los equipos de espionaje más activos y secretos del mundo y está vinculado al líder supremo y hombre que tiene la última palabra en Irán, el ayatolá Alí Jamenei. Como indicó el autor de «El arte de la guerra», libro chino clásico sobre estrategia militar, Sun Tzu, «la buena inteligencia es el preludio de la victoria» e Internet, hoy en día, ayuda a las agencias de espionaje a fichar a los mejores candidatos a espías.