«Educación para la Ciudadanía nació ya mal planteada. Se ignoraron los dictámenes que se hicieron» Cuando todos los caminos conducen a Roma

|||| La educación es la pasión, y preocupación, que Joaquín Barrero Díaz no puede evitar. En este terreno se faja a conciencia, por conocimiento y experiencia y porque cree que aún queda mucho camino por recorrer. Y no por falta de tiempo o de medios, sino por una desidia por parte de la clase política que ha decidido situar esta importante faceta del futuro de un país en el lugar de la contienda en vez del consenso. Por eso, no duda en opinar acerca de lo que ocurre a día de hoy en una asignatura global que se llamaría Educación y que obtendría un suspenso general. -Así, a bote pronto, ¿puede aportar soluciones al sistema educativo? -Por un lado, trabajar con los padres de familia. Y trabajar el terreno educativo sin caer en la politización. Pienso que hay que intentar llegar a una enseñanza sin ideología, para que sirva como realidad informativa y didáctica. -Aquí, en este momento, creo que con la Educación para la Ciudadanía hemos topado. ¿Qué piensa de esta asignatura que ha nacido alrededor de tanta polémica? -Es que, además, Educación para la Ciudadanía nació ya mal planteada. Se ignoraron los dictámenes que se hicieron. Por eso nació polémicamente. No es la asignatura que hubiéramos planteado y a nosotros nos gustaría trabajar para transformarla y alejarla lo más posible de la política. Y, hoy en día, las posturas que se están tomando parten de la politización. Más, en una asignatura que depende mucho del sesgo político con el que se dé. -Usted que conoce sistemas educativos existentes en otros países, ¿no le sorprende que en España se politice hasta la educación y que así nos vaya como nos va? ¿Ocurre lo mismo en otros países? -España se significa por la radicalidad en el terreno educativo. Llevamos treinta años de democracia pero, sin embargo, somos incapaces de consensuar la educación. Falta autoridad y provocar el interés de los estudiantes. Así, España no prospera en educación, sino que retrocede hacia los últimos puestos. -¿Cree que se pagará cara esta carencia? -La educación es la clave del futuro de un país. En esa cuestión se juega lo que se va a ser en el futuro. Cuando uno se plantea cómo ayudar a un pueblo, lo primero que se mira es cómo crear escuelas, alfabetizar. Por eso, hay que insistir en que la enseñanza esté cuidada y atendida para preparar un futuro mejor. |||| Joaquín Barrero formará parte del gobierno central de la Compañía de Jesús. Se encargará desde Roma de una de las diez divisiones territoriales (asistencias), en que se subdivide la orden en el mundo, y que comprende países de singular importancia para los jesuitas: España, Italia y Portugal. El cargo de Asistente supone la labor de coordinación de una asistencia y requiere una visión global de lo que ocurre en ella. Incluye además aconsejar al Padre General y acompañarle en sus tareas de gobierno; convocar reuniones, intervenir en el nombramiento de los provinciales; elaborar el mapa de construcción de la asistencia, visitar esos países, sus obras apostólicas y sus casas.