India prepara un Buda faraónico

La India, un país con devoción por los grandes templos y lugares de peregrinación, construirá la estatua de Buda más grande del mundo, un proyecto de más de 158 millones de euros que se levantará en la ciudad del norte de este país donde el líder espiritual pasó sus últimos años de vida. «La estatua va a tender una altura de 152 metros en bronce», informó el vicesecretario del Departamento de Cultura del estado norteño de Uttar, Misrilal Paswan, al confirmar que el proyecto, aparcado durante años por el anterior Gobierno, ha recibido la aprobación del actual ejecutivo encabezado por una hindú. Concebido por el líder espiritual indio Lama Zopa Rinpoche, el proyecto será financiada por la Fundación Internacional Maitreya, con sede en el Reino Unido, en unas tierras que serán cedidas por el Ejecutivo regional tras comprárselas a agricultores de la zona. El gigante Buda reposará sentado sobre un «trono» de varios pisos, un edificio que «albergará una universidad, un hospital y un centro de meditación», explicó por teléfono una fuente de la oficina de Maitreya en la India. La portavoz de la Fundación, Linda Gatter, precisó por correo electrónico que el trono «no será sólo una estructura de apoyo», sino un edificio en sí mismo, un «moderno templo budista equivalente a un edificio de 14 plantas». Gatter añadió que el edificio tendrá salas de exposición, un museo, una biblioteca y un teatro audiovisual. El monumento estará rodeado de un parque con albercas de agua, templetes y estatuillas de Buda para asegurar un entorno tranquilizante y apropiado para la meditación. «Bondad y amabilidad» El proyecto Maitreya, palabra que representa la «bondad y amabilidad» de Buda, será albergado por la ciudad india de Kushinagar, el lugar donde el fundador del budismo -una religión que nace en la India pero se desarrolla fuera de ella- pasó los últimos años de su vida. «Kushinagar es un gran centro de turismo, de gran importancia para el budismo. Es donde Buda adquirió la maharparinivana (salvación), es donde murió», explicó el director del Departamento de Turismo de Uttar, Pankaj Kumar. El objetivo declarado de la Fundación Maitreya es ayudar al desarrollo de Kushinagar, a través de este nuevo monumento. «Pese a su rica herencia espiritual, Kushinagar es una de las regiones más pobres de la India», explica la Fundación. Su meta es desarrollar el proyecto como un centro turístico, que proporcione empleo a la población local y atraiga más inversiones. La Fundación estima que la construcción dará empleo a más de 5.000 personas, y que luego habrá trabajo para centenares en el hospital, la universidad y el mantenimiento general del complejo. La estatua de bronce y el edificio en forma de trono costarán unos 123,5 millones de euros. El recinto Maitreya se extenderá en unos 267 hectáreas de terreno, de los que sólo una pequeña parte (36,5) son propiedad del Gobierno de Uttar y el resto serán expropiadas, según admitió Gatter. El vicesecretario indio de Cultura, Misrilal Paswan, aseguró que el proceso de adquisición de terrenos está casi terminado, y convino que se ha enfrentado con algunas resistencias. Protestas de los agricultores «Hay un poco de resentimiento entre los agricultores. Pero si reciben una buena compensación, ya consentirán», dijo, precisando que el Gobierno ha destinado 1.120 millones de rupias (unos 17,7 millones de euros) para este propósito. La organización Maitreya espera empezar el trabajo de construcción a finales de este año y calcula que tardará unos cinco años en terminar el fabuloso complejo, una réplica moderna del que albergó en la antigüedad la afgana Bamiyán. Una vez completado, la Fundación espera la visita de cerca de dos millones de personas el primer año -tantas como visitan el famoso mausoleo mogol del Taj Mahal, también en Uttar- y triplicar esa cifra en años sucesivos. El nuevo centro de peregrinaje indio competirá con el templo hindú de Akshardham en Delhi, registrado en el Libro Guinness de los Récords como el más grande el mundo. Un 80,5 por ciento de la población de la India es hindú, pero apenas hay un 0,8 de budistas, según el último censo, de 2001.