Seis propuestas para reformar la ley electoral

Los diputados han registrado por el momento seis proposiciones de ley para reformar el sistema electoral, iniciativas que proponen desde conceder el voto a los extranjeros en los comicios municipales y europeos, hasta crear una circunscripción única y que el número de escaños pase de 350 a 400. Su destino será previsiblemente la subcomisión que la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, prometió recientemtente promover de inmediato en el seno de la Comisión Constitucional del Congreso. El objetivo del Gobierno es consensuar una reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), pero el debate se presenta complicado dada la variedad de las propuestas y teniendo en cuenta que el PSOE sólo anunció un cambio en campaña electoral: que los votantes emigrantes cuenten con circunscripción propia. Los precedentes tampoco auguran una negociación sencilla. En 2006 el PSOE e IU-ICV tuvieron que desistir de su intención de crear una subcomisión para estudiar la reforma de la ley ante las reticencias de las formaciones nacionalistas, que temían perder peso parlamentario si se modificaba el sistema por el que se reparten los escaños. Entre las iniciativas registradas en el Congreso ahora, destaca la presentada por la diputada de UPyD, Rosa Díez, con un objetivo similar al anunciado por IU, para que los votos obtenido por un partido en todo el país se traduzca en un número proporcional de escaños. Díez pide que se reforme un sistema que considera «manifiestamente injusto», con el que un partido político puede lograr un único escaño y otro con menos votos puede obtener seis, y propone, en primer lugar, que el Congreso lo conformen 400 diputados. De ellos, 198 se distribuirían entre las Comunidades Autónomas de acuerdo con su población, más uno para Ceuta y otro para Melilla, y los 200 escaños restantes se elegirían en una circunscripción nacional. Según su iniciativa, estos 200 diputados se repartirían entre las formaciones que obtengan votos en un conjunto de Comunidades que sumen, al menos, el 65 por ciento de la población oficial de España. Otra de las propuestas lleva la firma del diputado de ICV, Joan Herrera, quien apuesta por reconocer el derecho de sufragio pasivo y activo a los extranjeros. Según su proposición de ley, los extranjeros con tres años de residencia en España o con residencia permanente podrían votar y ser elegidos en las elecciones al Parlamento Europeo, mientras que para los comicios municipales sólo se exigiría un año de residencia. Por su parte, el BNG ha decidido centrar sus esfuerzos en el voto emigrante. Los nacionalistas gallegos quieren garantizar el derecho a votar en urna en embajadas y consulados, para asegurar que el sufragio es libre, secreto y personal; y restringir el derecho al voto en los comicios municipales, pare evitar que el destino político de localidades con alto porcentaje de población emigrante quede en manos de personas sin vinculación alguna con el municipio. Proponen así que sólo puedan votar en las municipales quienes acrediten haber residido en la localidad en la que figuren inscritos en algún periodo comprendido en los diez años anteriores a la fecha de las elecciones. Junto a estas propuestas, Joan Herrera ha registrado otras dos iniciativas que también implican modificar la Loreg. Una para permitir a los poderes públicos realizar campañas dirigidas a incentivar la participación, algo ahora prohibido; y otra para que los policías puedan participar en la campaña electoral cuando no estén en el ejercicio de sus funciones. La última proposición de ley ha sido registrada en el Congreso por CiU, que propone permitir que las Comunidades Autónomas se constituyan en circunscripción electoral en las elecciones del Parlamento europeo, cuando lo acuerden sus asambleas legislativas.