La leishmaniosis canina recobra importancia debido al cambio climático TÚ Y TU MEJOR AMIGO BUSCANDO UN HOGAR...
La persistencia de las altas temperaturas fomenta la supervivencia de los vectores responsables de una gran diversidad de enfermedades que afectan tanto a los animales como a las personas, entre ellas la leishmaniosis
Los casos de Leishmaniosis o «Enfermedad del mosquito» han aumentado en nuestro país y ya no sólo se ven afectadas ciertas áreas de Galicia, provincias bañadas por el Mediterráneo, algunas zonas en Madrid, Baleares y Castilla La Mancha y la costa catalana, donde el mosquito responsable de su transmisión, encuentra las condiciones de temperatura y humedad óptimas para su desarrollo y supervivencia. Debido al calentamiento global del planeta y la avalancha de perros callejeros, su distribución geográfica ha aumentado. Es un proceso lento, progresivo y crónico de difícil tratamiento, y los casos más graves acaban con la muerte del animal ya que el parásito está desarrollando resistencia a los fármacos usados, que además presentan toxicidad hepática y renal. La época del año donde existe mayor riesgo de infestación comienza entre Abril y Mayo y finaliza aproximadamente en Septiembre u Octubre. Se trata de una enfermedad parasitaria producida por un protozoo, Leishmania infantum, que originalmente se detectó en niños, de ahí el nombre infantum, y que en raras ocasiones puede afectar a las personas fundamentalmente inmunodeprimidas (con SIDA, Leucemia etc) o en niños prematuros, siempre y cuando sufran la picadura del mosquito que vehicula el parásito, y nunca se produce el contagio por contacto directo con un perro enfermo. Los perros entran en contacto con el parásito, a través de la picadura de un flebotomo, vehículo de transmisión, desarrollándose y alcanzando diferentes partes del organismo del animal. Las hembras son las que pican y se desarrollan cuando la temperatura oscila entre los 15 y 20ºC y con un grado de humedad medio, prefiriendo las horas del atardecer cuando no hay exceso de luz para escoger a sus víctimas. En las glándulas salivales del díptero el parásito, cambia su morfología y se hace infectivo en unos días, es entonces cuando al picar a un animal o al hombre se transmite la enfermedad. El período de incubación es de meses a años, y puede dar lugar a una gran variedad de síntomas, de ahí que algunos autores la denominen «el gran imitador», debido a la infinidad de diagnósticos diferenciales a tener en cuenta en cada caso. En el perro la enfermedad puede manifestarse dando lugar a la forma cutánea y/o la visceral, según la cepa del protozoo que intervenga y del estado sistema inmunitario del hospedador. En los más resistentes el parásito solo se localiza en la piel, en los más susceptibles alcanza los nódulos linfáticos, médula ósea y bazo y en los más graves observamos las dos formas en un mimo paciente. El cuadro clínico puede ser muy diverso: apatía, debilidad, anemia, pérdida de peso, cojeras, hemorragias por la nariz, diarrea, inflamación de los ganglios linfáticos, signos cutáneos, oculares, alopecias faciales y de las extremidades, crecimiento excesivo de las uñas, descamación y lesiones costrosas etc. El problema reside en la amplia distribución geográfica que está alcanzando el mosquito, adaptándose a numerosos microhábitats naturales (La zona del Bierzo) y domésticos. Por lo tanto es importante que a aquellos perros que comiencen a manifestar signos sospechosos o que han podido estar expuestos a la picadura del mosquito durante las vacaciones, se les realice un chequeo para ver si ha habido contagio. La prevención mediante el uso de desparasitadores externos específicos es la mejor arma para combatirla. Gracias a Toulouse, elegante y pomposo gato Himalayo, Antonina ha superado su depresión. La pérdida de seres queridos la dejó un gran vacío pero ahora gracias a su gatito todo ha cambiado y ha vuelto a recuperar la ilusión. Sabe que Toulouse le espera impaciente y siempre que llega a casa maulla dando la bienvenida. «Es mi niño y gracias a él me siento con mucha fuerza y energía». Es feliz tumbado en su sillón preferido pero no se conforma con uno cualquiera, prefiere el de relax para recostarse a dormir la siesta. Diariamente le cepilla y desenreda el pelo, le baña casi todas las semanas echándole siempre su mascarilla suavizante y se deja que le limpien los dientes sin rechistar. Come el mejor pienso suplementado con una malta multivitaminada que le encanta, para así aportarle todo lo necesario para prevenir a la formación de las bolas de pelo, al mismo tiempo que fortalece sus defensas e intensifica la belleza de su pelaje. Todo lo que haga falta para Toulouse y su bienestar. Es alegre y juguetón, no se separa de ella ni un momento y no quiere echarse en ninguna cuna sino que duerme al lado de Antonina en la cama porque lo único que quiere es estar cerca de su dueña. Es muy bueno y educado con las visitas sobre todo con sus nietos, se deja mimar y todas las caricias que le dan le parecen pocas aunque no puede evitar sentir celos, que a nadie se olvide que él es el rey de la casa. Esta es Berta, una hembra de 1 año encontrada por un voluntario en Sahagún. Es una perrita muy cariñosa y confiada con la gente por lo que no costó mucho trabajo recogerla. Apenas lleva acogida tres semanas y se ha convertido en la alegría del albergue. Es muy divertida y se lleva bien con todos los perros. Le encanta jugar y lo hace hasta con los perros que no suelen jugar nunca. No se separa de un cachorro de 7 meses que es feliz a su lado porque Berta está siempre dispuesta a jugar con él. Si quieres adoptar una mascota que te llene de alegría, esa es Berta.