EL CANDELABRO
Tacones
|||| Victoria Beckham ha declarado que no puede pensar sin tacones. Lejos de escandalizar, esta confesión victoriana viene a confirmar lo que muchos sospechábamos hace tiempo: que la Beckham piensa con los pies... Lo cual es una ventaja, porque para tener un pensamiento elevado le basta con subirse a unas plataformas. «No somos nada. Y menos en calzoncillos», reza una máxima que bien podría haberse inspirado en el landismo. «No soy nada. Y menos en zapatillas», corrobora ahora la mujer de David Beckham, una ideóloga del consumo cuya máxima aspiración en la vida es ir de tiendas. Y, especialmente, de zapaterías. Ahora entiendo la razón del estratosférico precio de unos Jimmy Choo o unos manolos . No sólo te visten el pie, también te aclaran las ideas. Yo conocía aquel viejo eslógan de «Un libro ayuda a triunfar». Pero nunca imaginé que también pudiera hacerlo una sandalia. Si bien es verdad que en esta vida para darle vueltas a la lavadora mental todo sirve, hasta un humilde retrete. Pero Vicky, que es muy fina, antes de tomar cualquier decisión, lejos de encerrarse en el baño o consultar con la almohada, se pone las botas (de tacón alto) y, a partir de ahí, cavila. No quiero ni pensar lo que puede llegar a maquinar esta mujer subida a un incisivo 'stiletto'. Y lo malo no es que Victoria reflexione siempre de puntillas (qué gran metáfora de la superficialidad de su raciocinio), sino que además lo haga con una copa en la mano. Lo ha confesado ella misma: Bebe. ¿Tal vez para olvidar que es bajita? Puede ser. A esta mujer que con zapato plano, según ella, no es capaz de «focalizar nada», sólo cabe aconsejarle que baje de vez en cuando del andamio no sea que de tanto pensar se quede... ¿Calva? No, pero le va a salir un juanete.