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«Pareceré tonto, pero la verdad es que quiero a todo el mundo»

Paco Valladares | «Yo cuando me pongo enfermo es como la española cuando besa, lo hago de verdad», comenta tras conseguir superar una leucemia

Publicado por
ARANTZA FURUNDARENA
León

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TONI ALBIR Afable, culto, elegante, y además querido, Valladares es uno de esos actores de la vieja escuela, en el mejor sentido de la expresión. Pero el auténtico punto fuerte de este sevillano de Pilas es la retranca. Lo ha demostrado encarando una leucemia con un sentido del humor envidiable. Tras salir de su primer ingreso en el hospital, dio el primer recital de poesía y se sintió «arropadísimo». Esta entrevista la concedió justo antes de ingresar de nuevo, para someterse a una tercera y última sesión de quimioterapia. - ¿Cómo se encuentra? Y no es una pregunta retórica. -Estoy muy bien. Me encuentro como si no me hubiera pasado nada. -¿Buena génetica o mucha suerte? -Buenos médicos. Y que me lo han pillado a tiempo. Y, sí, además tengo una suerte que... Creo que me la merezco. -¿Cuándo se lo detectaron? -En enero. Para mí 2008 empezó fatal. Pero espero que acabe muy bien, porque ahora voy ya a por la tercera y última quimio. Es sólo de consolidación. En la segunda ya me dijeron que tenía la médula limpia. -¿Ha sido su primera experiencia con una enfermedad grave? -No. Hace años tuve un infarto. Yo no tengo catarros ni tonterías de esas. Yo cuando me pongo enfermo es como la española cuando besa... Lo hago de verdad. -Pero se cura. -Pues sí, porque a la semana del infarto ya estaba como nuevo. Mis amigos me decían que me iba a morir de un reventón de salud; porque no fumo, no bebo, hago ejercicio, no como grasas... Por eso me sorprendió que me subiera el ácido úrico y me diera un ataque de gota. Les dije a los médicos que me hicieran unos análisis porque aquello era muy raro. Y así me detectaron la leucemia. -¿Y cómo se lo tomó? -Pues divinamente. Me dije: «Me ha tocado». -¡Qué entereza! -Sí, sí, más de la que yo pensaba. No sabía que podía ser tan duro. No me vine abajo ni un momento. A mí me dijeron: «Tienes leucemia» y contesté: «Pues mañana tengo que trabajar en Torremolinos». Y para allá me fui, sin decírselo a nadie. La última representación que hice de «Llama un inspector» la interpreté con mi leucemia a cuestas. El 20 de enero me ingresaron y hasta el 5 de mayo no salí a la calle. -¿Ha sentido miedo? -No. Quizá sea un insensato. -¿Ha pasado revista a su vida? -Tampoco. Me sentaba en mi silloncito a leer el periódico y procuraba no reflexionar demasiado, porque eso es lo que me habría llevado a la depresión. Estaba como si no me hubiera pasado nada, como si en vez de estar en el Gregorio Marañón estuviera en la Buchinger de Málaga para adelgazar. -Debería escribir un libro... - Creo que ése ya lo está escribiendo Sandra Ibarra, que ha pasado por dos leucemias. Yo en esto soy sólo un monaguillo. Sandra me visitó para darme ánimos. La verdad es que los amigos y los conocidos se han portado maravillosamente bien. He descubierto lo que me quiere la gente. -Me lo imagino. Pero usted es hombre de muchos y buenos amigos. -Es verdad, y me considero un buen amigo. Hasta parezco un poco tonto, pero la verdad es que quiero a todo el mundo. -¿Nadie le cae mal? -Algunos, pero siempre les encuentro una disculpa. En esta larga vida me ha pasado que ha habido gente a la que casi odiaba, luego los he conocido, me han parecido encantadores y me he sentido muy culpable. -A eso se le llama tener buen carácter. -Lo tengo buenísimo. Nací con él. -Sabemos de sus grandes amigos, pero no del amor de su vida. -Es que desde que nací he tenido claro que mi vida íntima es mi vida íntima. A mis amigos paparazzi les digo que conmigo sólo van a tener para una semana, porque no voy a entrar en el juego. He tenido bajones económicos en los que me podía haber sacado un dineral diciendo cosas que sé de toda la gente, y he pasado mi bache tranquilamente sin tener que recurrir a eso. -¿Tiene instinto paternal? -Muchísimo. Lo tengo con mis sobrinos y con los hijos de mis compañeros y amigos. Para los hijos de Fernando Guillén, Carlos Larrañaga y Lola Herrera yo soy el tío Paco. -¿Se ha explotado lo suficiente su vena cómica? -No. Pero es que la gracia que se lleva ahora es la chabacana y no es mi línea. -¿Volverá a recitar letras de canciones intrascendentes con las que nos hace partirnos de risa? -Uno de mis mayores éxitos fue recitar el Aserejé en plan dramático, casi con lágrimas en los ojos. Pero el otro día me llamaron de TVE para que fuera a una gala a recitar en serio el Chiki-Chiki y me ofendieron muchísimo, porque pretendían que lo hiciera gratis. Una pena; habría quedado muy gracioso. -Usted que ha visto evolucionar el mundo del famoseo, ¿qué opina? -Que ha derivado a la cutrez. Ahora es famoso cualquiera que se haya acostado con alguien y eso no me gusta nada. Con decirle que un día fui a una cena y al ver con quién querían sentarme a una mesa de famosos , me di la media vuelta y me fui... Dije que se me había olvidado el tabaco. Y eso que no fumo. -¿Sueña con lograr un retiro dorado? -No. Yo seré actor hasta la muerte. Lo siento, sé que es una ordinariez morirse en el escenario porque das un disgusto a todo el mundo, pero así es como lo veo.

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