Diario de León

El golpe de calor

Comienza una época ideal para la realización de actividades al aire libre con las mascotas, pero las altas temperaturas pueden resultar fatales para ellos

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MÓNICA FARTO LÓPEZ veterinaria clínica veterinaria centro león
León

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En apenas quince minutos un perro o un gato pueden morir dentro de un coche y sin que a veces sirva de nada una buena reanimación, pronto las alteraciones vasculares, hemorragias etc. asi como el daño cerebral dejarán daños irreversibles que acabarán provocándole la muerte. Aparcar el coche a la sombra o dejar las ventanillas bajadas, no evita que el animal sufra los efectos del calor. Igualmente peligroso es dejar al animal, largos periodos al sol, en una terraza, patio o jardín donde no exista acceso al agua ni a zonas de sombra donde poder cobijarse. También un largo paseo en las horas más calurosas o después de que el animal haya ingerido una copiosa cantidad de alimento. Los perros sudan a través de las almohadillas plantares y su principal vía de eliminación de calor es a través del jadeo. Zonas con poco pelo como el abdomen favorecen la pérdida de calor. Los cachorros y perros viejos son especialmente susceptibles al «golpe de calor» así como los que padecen sobrepeso. Las razas más predisponentes son las nórdicas (Siberian Husky, Samoyedo etc) por su pelo espeso que aunque sirve de aislante frente a los rayos del sol, reduce la eliminación de calor; braquicéfalos, de hocico corto (Boxer, Carlino, Shih Tzu, Pekinés etc), debido a la conformación anatómica de las vías respiratorias. Aquellos de capa negra absorben en gran cantidad los rayos de sol por lo que su temperatura corporal asciende rápidamente. Síntomas. Jadeo, hipersalivación y respiración agitada. Los esfuerzos desesperados que realizan para respirar hacen que la temperatura aumente aún más. Sus mucosas están enrojecidas y en casos graves ya azuladas. Pueden tener vómitos y diarrea que en ocasiones son sanguinolentos, incluso padecer hemorragias en la piel, signo de muy mal pronóstico. Acaba produciéndose un fallo multiorgánico, edema cerebral, estupor, coma y muerte, que llega después de un gran sufrimieno. Tratamiento. Lo prioritario es enfriar al animal rápidamente, las partes más importantes son la cabeza y el cuello, incluso colocando un trozo de hielo en el puente de la nariz (la sangre que va al cerebro debe ser enfriada para prevenir lesiones cerebrales). Meter al perro en la bañera o bajo un chorro de agua fría al abrigo del sol y en un lugar ventilado, procurando que su temperatura corporal retorne a la anormalidad (entre 38 y 39ºC). Mantenerlo sobre una toalla húmeda, sin cubrirlo, y acudir al veterinario más cercano. Medidas de prevención. Proporcionar al animal agua, zonas sombreadas y con buena ventilación es lo más importante. En los viajes largos en coche hacer paradas para refrescar al animal, humedecerle de vez en cuando el hocico y la cabeza estimulándole a que beba agua y se refresque. Evitar el ejercicio intenso y prolongado en los días más calurosos y realizar paseos al atardecer o de madrugada por zonas con sombra. Nunca hacerlo después de comer, puesto que la temperatura corporal tras la ingesta de alimento aumenta. No cortarles el pelo excesivamente ya que éste les protege de los rayos del sol y de las quemaduras de la piel, sobre todo en razas de capa blanca. Si el animal padece algún trastorno cardiovascular o respiratorio puede sufrir hipertermia en condiciones en las que un perro normal no se vería afectado, conviene tener un especial cuidado. El «golpe de calor» es por lo tanto una urgencia que atenta seriamente sobre la vida de los animales y las personas, la atención médica inmediata es de vital importancia cuando aparecen los primeros síntomas.

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