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El precio de la independencia

Un hospital sevillano separa con éxito a dos siamesas de tres semanas unidas por el hígado. La operación utilizó una novedosa técnica de recreación virtual

EFE

Publicado por
CECILIA CUERDO | texto
León

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|||| Con sólo tres semanas de vida las siamesas Youssra y Hanae pasaron el martes su primera noche separadas. Un equipo médico multidisciplinar del hospital universitario Virgen del Rocío de Sevilla empleó más de 8 horas en una compleja operación para separar a estas siamesas unidas por el abdomen, el tórax y que compartían órganos intraabdominales. La operación, la tercera de estas características practicada en el centro, fue posible gracias a una pionera herramienta desarrollada por el propio hospital que permite reproducir en tres dimensiones los pasos a seguir y comprobar los resultados antes de tocar el bisturí. Las siamesas, de origen marroquí y con un peso conjunto de 5,380 kilogramos, nacieron por cesárea el 14 de junio en un hospital de Melilla, desde el que se siguió su desarrollo con especial atención durante las 38 semanas de embarazo. Dadas las características del caso, se optó por desviarlas nada más nacer a Sevilla para verificar las posibilidades de la intervención realizada esta semana. Su evolución es favorable y se encuentran «hemodinámicamente estables». Los facultativos confían en poder retirarles de forma progresiva en las próximas horas la sedación profunda que impide cualquier movimiento que pueda dañarlas, y posteriormente la respiración mecánica. Si todo continúa a buen ritmo, podrían recibir el alta médica en aproximadamente un mes y realizar una vida normal. El jefe del Servicio de Neonatología del Virgen del Rocío, el doctor Antonio Losada Martínez, explicó este jueves que la compleja operación se ha realizado tras un exhaustivo estudio y gracias al programa informático de realidad virtual creado por profesionales del hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Se trata de un sistema pionero en Europa que permite reconstruir en tres dimensiones la anatomía real del paciente, ver cómo hay que proceder a cortar y tallar los huesos o la piel con la máxima precisión y comprobar cómo quedará el resultado. Así, los médicos pueden reducir la agresión quirúrgica y minimizar las posibles secuelas. Martínez concretó que las siamesas compartían órganos intraabdominales, parte del esternón, la musculatura abdominal, el diafragma, la vena umbilical intrahepática y el peritoneo, lo que dificultaba la intervención ya que había que evitar que la anestesia se filtrase a través de los vasos sanguíneos comunes. Hasta 36 profesionales divididos en dos grupos -uno por cada niña- participaron en la intervención «sincronizados como un reloj», según destacó el jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Virgen del Rocío, Tomás Gómez Cía. Escasa incidencia Los responsables de la intervención, que recibieron la felicitación de la consejera de Sanidad de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, destacaron que la situación de Youssra y Hanae apenas tiene incidencia entre la población, dado que se da un caso entre 200.000 recién nacidos. El jefe de Servicio de la Unidad de Cirugía Pediátrica, Juan Carlos de Agustín -coordinador del equipo destacó incluso que se observa una mayor presencia entre el género femenino y entre la raza negra, aunque a veces, dada su gravedad, los bebés no llegan ni a nacer en tres cuartas partes de los casos. «Son afortunadas», insistió sobre las dos hermanas, «porque la operación era viable, ya que el único órgano vital que compartían era el hígado». Éste tenía ambos lados derechos conectados, y había que proceder a seccionarlo por la mitad evitando el sangrado. De Agustín destacó que también hubo que seccionar el esternón, una intervención menos habitual, y tras la cual los facultativos optaron por dejar tejido en ambos cuerpos para poder cerrar por los lados. Los médicos evaluaron la corta edad de las siamesas como un factor determinante a la hora de intervenir, ya que la enorme capacidad regenerativa de sus tejidos minimiza el riesgo de secuelas, de forma que «apenas tengan cicatrices».