Del «4» al 407... evocación de una trayectoria

|||| A mediados de los cincuenta, Peugeot confía en los «lapiceros» de Pininfarina, afamado maestro carrocero turinés, para diseñar el 403. Considerado como antecesor del actual 407, fue el primer diesel de gran serie firmado por Peugeot y también el primer automóvil de serie del mundo con un ventilador que arrancaba automáticamente en función de la temperatura del motor. Con un estilismo muy de la época y unas formas que, aún hoy, sugestionan por su limpieza , el 403 representaba el prototipo de berlina media-alta de la época. Una época enfocada ya hacia los -después- mágicos sesenta , marcados por tantas convulsiones sociales como estéticas, deportivas y musicales; se diría la década de las décadas por lo que de transgresora felicidad representó en el ámbito de la sociedad europea en general y francesa en particular. Sería también la década en la que Peugeot consolidaba su desarrollo internacional. Tan fue así, que las ventas fuera del mercado matriz galo suponían el 40% de la producción de Peugeot en 1965 y más de la mitad (el 54%) a principios de los setenta. Dos modelos de los años sesenta han marcado históricamente la impronta de la marca: el 404, igualmente diseñado por Pininfarina y que puede presumir de ser el primer coche francés con motor de inyección y el 204, primer tracción delantera de Peugeot equipado con motor transversal de aluminio y árbol de levas en cabeza, suspensión independiente en las cuatro ruedas y frenos delanteros de disco. La del 404 es la era del estilo italiano en Peugeot. El modelo que marcó un punto de inflexión estilística en el fabricante. En mayo de 1960 se presentaba el 404 y doce años después (1972) se vendía la unidad «dos millones» de la serie «4». Estilísticamente, la carrocería del 404: moderna, sobria y de buen gusto... firmada por Pininfarina, marcaría la renovación total de la imagen de Peugeot. El actual sucesor 407 puede presumir también de un efecto similar en las gamas del fabricante: audacia estética y distintiva dentro de su segmento y contemporánea de las también generaciones 207 y 308 que, con sutiles retoques estéticos actualizan el estilo dinámico exterior e interior de la que ha acabado por convertirse en «berlina de referencia» en el escalón medio-alto del mercado europeo. En la parte delantera, los nuevos 407 Berlina y SW se benefician de una remodelada boca de refrigeración, un rasgo que ya se ha hecho distinto en los catálogos del fabricante, se marcan aún más los aletines de los pasos de rueda y se adopta una leve estribera a lo largo de los bajos de caja de una carrocería más perfilada y dinámica que la del inmediato antecesor. Las evoluciones de estilo traen aparejado un ligero aumento del voladizo trasero, con una longitud total del vehículo de 4,70 metros (dos milímetros más en el familiar SW), mientas las demás cotas del 407 no varían respecto a la versión anterior. La gama motorística viene dada por mecánicas de 4 y 6 cilindros, con potencias entre 125 y 211 CV y cajas de cambio manuales o automática de 6 marchas, salvo en la motorización de acceso a la gama que viene exclusivamente unida a un cambio manual de 5 velocidades.