Diario de León

El viaje a Extremadura ya no es la parte más dura

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

|||| En otoño, en los primeros días de octubre, José Álvarez junto con su pastor, recogeran sus ovejas de lo alto de la montaña para regresar a la finca de Extremadura. Cuando empiezan a ser frecuentes las nieblas y el cierzo, y cuando los primeros copos de nieve cubren los picos de las montañas, estas se quedan solitarias. Los últimos rebaños que bajaban a Extremadura a pie lo hacian en pareja. Tras despedirse de la familia y preparar el «equipaje» tanto el personal como el del rebaño se emprendia la larga marcha hacia el sur. En el recorrido se tardaba veinticinco o treinta días, de caminar y vivir en las cañadas. Esta es sin duda la parte más dura de la vida de pastor. El calor en la primavera, cuando se dirigen al norte, y el frio y las lluvias en otoño cuando bajan. Con la llegada del ferrocarril, las costumbres pastoriles evolucionaron y comienzan a ser utilzarse este medio para el transporte de las ovejas. En la actualidad sigue teniendo importancia el tren aunque los pocos que quedan en el oficio de la trashumancia transportan a sus merinas en grandes camiones. Agrupadas en jaulas cuya capacidad es de 400 ovejas cada una. Esta opción ha ido adquiriendo valor con el paso de los años.

tracking