El Cairo planta cara al caótico tráfico que sufren sus conductores
Egipto ha decidido echar el freno y plantar cara al caótico tráfico que se ha adueñado de sus carreteras. Desde el pasado viernes, una reforma de la ley de circulación trata de devolver la «disciplina» al asfalto. Tras años de indiferencia por parte del Gobierno, las calles y autovías de El Cairo y de otras ciudades se han convertido en una jungla sin reglas, en la que es habitual ver coches circulando en dirección prohibida, estacionados en cualquier esquina o esquivando rudimentarios medios de transporte, como carros tirados por asnos. En la capital, donde circulan más de un millón de vehículos, muchos ciudadanos sólo se «echan» el cinturón por encima si ven a un agente, y no es raro que los taxis, la mayoría con varios lustros sobre sus ruedas, se queden tirados en medio de las carreteras elevadas y sin arcén que atraviesan la ciudad. La reforma incluye, además de las clásicas multas por circular sin cinturón de seguridad o por hablar por el móvil al volante, algunos puntos polémicos, como la posibilidad de que se retire el carné durante seis meses por no llevar un botiquín en el coche. Un oficial de la Administración de Tráfico de El Cairo, que prefirió permanecer en el anonimato, aseguró que los egipcios quieren que el tráfico mejore, «pero necesitan un pequeño empujón». El responsable subrayó que los ciudadanos cumplirán la nueva legislación, y recordó que su aplicación no pillará a nadie por sorpresa porque las autoridades llevan dos meses publicitándola. Por eso, añadió, no habrá moratorias para su entrada en vigor. En la misma línea, en una entrevista con el diario independiente Al Wafd , el general Sharif Guma, del Ministerio del Interior, insistió en que la nueva ley de tráfico tiene el propósito «de traer disciplina a las calles egipcias», además de «disuadir a los conductores temerarios».