Masoterapia para mascotas

Así como en humanos es muy beneficioso, en los animales se pueden obtener los mismos resultados siempre y cuando los masajes sean realizados por un especialista en fisioterapia para mascotas. Uno de sus objetivos es favorecer la irrigación de los músculos estimulando la llegada de oxígeno y nutrientes para que tengan un mejor funcionamiento, fuerza y elasticidad. Se emplea con fines curativos para el tratamiento de lesiones musculares, ligamentosas, fracturas (tras un periodo de inmovilización), artrosis etc, llegando a ser muy útil en algunos casos acortando el periodo postoperatorio. También reduce el dolor, relaja y da tonicidad a los tejidos al mismo tiempo que ayuda a mejorar la relación del amo y la mascota, pero aprendiendo primero con un profesional. En casos de problemas de sociabilidad o para aquellas mascotas que se muestren apáticas o muy nerviosas, el masaje se traduce en caricias que les van a aportar mayor confianza y tranquilidad. Para dar un buen masaje se requiere un adecuado conocimiento de la anatomía, en este caso del perro o gato, o de lo contrario podemos dañar los tejidos. Es importante realizarlos en un ambiente confortable para el animal. Debe reposar sobre una superficie que sea cómoda para él, sin ruidos que le asusten, hablándole para que esté tranquilo y sin realizar movimientos bruscos sino suaves para que no lo perciba como un castigo. La clave está en tener paciencia, ya que generalmente en las primeras sesiones los animales están más inquietos y no se dejarán masajear. En cambio con el tiempo se habituarán a esta rutina y lo interpretarán como un juego siendo una esperiencia agradable para ellos. El mejor momento del día para llevarlos a cabo es despues de comer, o cuando regresamos a casa, y siempre en el mismo ambiente para que el animal se acostumbre mejor, al asociarlo con sesiones anteriores, y sin exceder un periodo de unos diez minutos de tiempo. A partir de entonces el cansancio de los músculos podría llegar a transformarse en una sensación desagradable para el animal. El masaje está contraindicado en procesos en los que existe una infección, en fracturas, flebitis o afecciones dermatológicas. Antes de comenzar la fisioterapia se debe realizar una buena exploración del animal en reposo mediante palpación, en movimiento y un exámen neurológico. El plan terapeútico se hará en base a esta exploración eligiendo el tipo, la frecuencia y la duración del tratamiento. Otra forma de fisioterapia es la electroterapia, ultrasonoterpia o el uso de campos magnéticos. Para la rehabilitación se pueden realizar tratamientos con calor, en artritis y neuralgias por su poder analgésico y sedativo, o bien la crioterapia que suprime los espasmos musculares y reduce los edemas y hematomas. La hidroterapia también es muy utilizada, ya que los ejercicios realizados en este medio son más efectivos para fortalecer los músculos. Un animal que padezca un proceso no muy doloroso es capaz de desplazarse con el mínimo esfuerzo. En España es una profesión relativamente joven que poco a poco está tomado importancia. En países como Francia, Inglaterra y Holanda ya está instaurada y demostrada su utilidad.