De Bach a Herreweghe

No es un festival recopilatorio ni tampoco antológico de los 25 anteriores el que el próximo viernes comienza en La Catedral de León, pero si es un Festival modélico. La presencia en León de algunos de los más afamados organistas del mundo al lado de directores, orquestas y grupos de cámara prestigiosos, no lo diferencia demasiado de los anteriores a no ser por lo que cada uno de ellos significa dentro de la historia del Festival, pero sobre todo, lo que le hace distinto y único es su planteamiento. Un planteamiento que ha sabido entender a la perfección la simbiosis existente entre la música del pasado, la realidad de la del presente y la apuesta por la del futuro, todo ello con la satisfacción añadida de contemplar en breve lo que más se demandaba, y su razón de ser: el órgano tan esperado. Por todo ello estas Bodas de Plata, son también la piedra miliar que señalan el fin de una etapa y el comienzo de otra con todos sus requisitos. La "edición de la esperanza" como llamaremos a esta que está a punto de comenzar, ha conjugado con inteligencia la soberanía de Bach con la impactante realidad de Cristóbal Halffter y su Epitafio encinesco o la todavía más joven y aventurada del prestigioso compositor algecireño, Sánchez Verdú, con ese homenaje tan particular a nuestro Premio Cervantes, Antonio Gamoneda y su estremecedor "Libro del Frío". Todos ellos arropados por el misticismo de Guillou, la magia de Bradmúller, la sutileza de Viejo o el supremo virtuosismo de Chorzempa, para finalizar con la tremenda realidad de lo que significa escuchar a Bach en las voces e instumentos del Collegium Vocale de Gent con el estilo auténtico retórico y vívido de Herreweghe, uno de sus oficiantes más aclamados. No seremos los leoneses quienes disfrutemos en exclusiva de este singular director, los zamoranos, vallisoletanos y palentinos tendrán igualmente en sus catedrales la magia insuperable de la música del cantor de Leipzig en las voces y en los sonidos de este soberbio grupo que no en vano ha sido reconocido como el más riguroso y perfeccionista de Europa. León y su Catedral, gracias a una programación de lujo para celebrar unas Bodas de Plata por todo lo alto los acogerá como se merecen.