U2, en 3D

Una forma diferente y única de disfrutar de un concierto. U2 debuta en el cine y lo hace en tres dimensiones, por lo que los fans de la famosa banda irlandesa están más cerca que nunca de sus millones de seguidores, que ahora tienen a Bono al alcance de su mano, pero sólo en cines con tecnología 3D e IMAX 3D. Estrenada en el Festival de Sundance, este viernes llega a las 23 salas que hay en nuestro país equipadas con esta tecnología U2 3D, la película en tres dimensiones de la última gira del que para muchos es el mejor grupo de rock que lleva la firma de Catherine Owens y Mark Pellington. Ya no hay excusa para no ir a un concierto de U2 porque este innovador proyecto que no se comercializará en DVD ni se emitirá en televisión -el formato en el que se ha rodado no permite su explotación en el resto de las ventanas- logra que el espectador esté en el escenario, se mueva por los camerinos y el backstage, y sea uno más del público que acudió a ver en directo a Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Muller jr. en los espectáculos que dieron en México, Brasil, Chile y Argentina. «Carta de amor» «Es una carta de amor a sus fans. No es una película, tampoco un concierto, es un paso más que abrirá muchas puertas en la industria del espectáculo«, aseguró la codirectora de esta producción respaldada por el National Geographic Entertainment en su visita al último Festival de San Sebastián, donde promocionó el que es el primer título tridimensional. Intima amiga de U» desde que se conocieron en Dublín de adolescentes, Owens recalcó que Bono siempre está dispuesto a probar «lo último, lo más nuevo», por lo que, como el resto de sus compañeros, apostó fuerte por esta tecnología que en estos momentos no se puede piratear y que tardará unos años en llegar a los hogares. «Hemos trabajado muy duro durante un año y medio. Hemos usado cámaras que no se habían utilizado antes para crear una experiencia multisensorial espectacular y sin precedentes porque no vas a un concierto, sino que estás en el concierto», subrayó la realizadora irlandesa. Quince millones de dólares de presupuesto, cien horas de filmación condensadas en 85 minutos y quince canciones, entre las que figuran Beautiful Day, With or Without You, Where The Streets Have No Name, In The Name of Love y Sunday Bloody, para ver la última alianza entre el cine y la tecnología digital de alta resolución y tercera dimensión, formato que hay que ver con unas gafas polarizadas.