Terapias florales para mascotas

A partir de una gran diversidad de esencias naturales obtenidas de flores silvestres de la región de Gales, surgen las llamadas Flores de Bach, que deben su nombre a Edward Bach, su descubridor. Tienen innumerables fines, pero principalmente actuan en los estados emocionales y ayudan a que el animal consiga alcanzar el equilibrio de oligoelementos en su organismo, elementos indispensables sin los cuales no podrían realizarse muchas funciones vitales. Totalmente inocuos y sin efectos secundarios, constituyen una terapia alternativa gracias a la cual nuestras mascotas logran recuperarse de determinadas enfermedades, tanto físicas como emocionales, con éxito. Son compatibles con todo tipo de medicaciones y en el caso de procesos crónicos nunca debemos interrumpir su administración o de lo contrario los síntomas volverían a aparecer. Hay formulaciones para todos los casos, animales estresados, tristes, agresivos, con miedo, etc e incluso para aquellos que han sufrido un accidentes, traumatismos, cirugías, procesos dolorosos o estados de shock. Un ejemplo es el de los perros con miedo. La fórmula se basa en la combinación de tres Flores de Bach: Aspen (Alamo temblón), Cherry Plum (Cerasífera), Roch rose (Heliantemo) y Mimulus (Mímulo). El Aspen se utiliza en animales que sufren ataques de pánico, jadean o meten el rabo entre sus piernas, sin que encontremos una causa aparente. La segunda es útil en aquellos que se lamen compulsivamente una pata sin control, hasta el punto de hacerse una herida, siempre y cuando se descarten enfermedades cutáneas relacionadas. El Heliantemo trata situaciones que generan verdaderamente miedo en las mascotas, como puede ser el ruido de una tormenta, los petardos, terror a viajar en coche o ir al veterinario, para animales abandonados que han pasado por circunstancias que desconocemos etc. Y por último el Mímulo, usado para miedos a cosas más concretas como la llegada de desconocidos a casa, los fuegos artificiales, el ruido del secador etc. Hay combinaciones para tratar agresividad, procesos de convalecencia, tristeza, disposición al aprendizaje o en las desintoxicaciones para recuperar la fuerza y la alegría. Son fáciles de administrar, bien mezcladas con el alimento o disueltas en el agua de bebida (siempre mineral), siguiendo para cada caso una pauta distinta de administración. Pueden ser empleadas en perros, gatos, serpientes, pájaros, roedores y tortugas. Por ejemplo a los gatos les ayuda a superar situaciones difíciles relacionados con mudanzas o cambios en su entorno que suponen un estres importante para ellos. La floriterapia animal es una forma distinta de tratar a nuestras mascotas que incluso responden a sus efectos antes que las personas tanto si se trata de procesos crónicos como agudos. Hay que tener en cuenta que es un tratamiento complementario y por supuesto antes de usarlo debemos consultar con el veterinario.