Diario de León
OSCAR PIPKIN

OSCAR PIPKIN

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

|||| El ex alcalde Julián Muñoz acaba de obtener el tercer grado penitenciario, lo que significa que vuelve a pisar la calle, pero no en total libertad. El tercer grado puede darse en dos versiones: la del finde y la de la moderna pulsera telemática a la que ha dado fama universal Farruquito. La primera opción consiste en ir a dormir a la cárcel entre semana y pasar en casa las noches del viernes y la del sábado (sabadete...). Y en cuanto a la famosa pulsera, es una forma de estar localizado a todas horas y sólo exige fichar ante la policía cada dos semanas. A algunos les parecerá poquísimo el tiempo que Muñoz ha pasado entre rejas (unos dos años) y a otros (a él y quizás a su novia) se les habrá hecho una eternidad. Pero eso es sólo porque el tiempo es relativo. Habrá quien lo quiera ver encerrado por siempre jamás y quien opine que, para tenerlo comiendo del erario público (con lo raquítico que se nos ha quedado el presupuesto tras la reflotación de la banca), casi mejor que lo alimente la Pantoja... Y, mira, una boca menos. A mí personalmente lo que de verdad me intriga es si Muñoz llegará a lucir esa pulsera y, sobre todo, si será capaz de soportarla. El brazalete en cuestión también existe en forma de tobillera, pero para eso hay que ser tan paleohippy como la duquesa de Alba y, francamente, a él no le veo... Me pregunto si la pulsera telemática incluye GPS parlante. Debería, pues sería una forma infalible de guiar al reo hacia la cárcel el día que le toque visita. «Gire a la derecha. A cien metros, prisión de Alhaurín. He dicho: gire a la derechaaaaa...». Lo malo es que con lo atacante y tozudo que puede llegar a ser un GPS y con la poquísima paciencia y la soberbia que se gasta el irascible Muñoz la cosa podría acabar en un pulso insoportable.

tracking