«Buscar la salud perfecta conduce a unadieta restrictiva y al aislamiento social»

El especialista en psiquiatría de la Clínica San Francisco, Alfredo Galindo, señala que la ortorexia «es un cuadro clínico caracterizado por una extremada apetencia y selección de alimentos considerados saludables, obsesionándose más por su calidad que por su cantidad». Según Galindo, «la motivación deriva del deseo de comer de una manera que busca la salud perfecta. Este ritual conduce con frecuencia a una dieta restrictiva y un aislamiento social compensatorio». Aclara que se trata de un trastorno más común en las mujeres, en las personas que se dedican a deportes como el culturismo o el atletismo y que suele aparecer con más frecuencia en la adolescencia. En este sentido, el psiquiatra de la Clínica San Francisco apunta que «las personas con ortorexia suelen ser muy estrictas, de percepción vulnerable, controladas y exigentes consigo mismas y con los demás, perfeccionistas e hipocondriacas». Este especialista considera importante que el tratamiento sea aplicado por un equipo en el participen médicos, psicoterapeutas y dietistas. «Es necesaria una exploración médica inicial tanto para realizar un diagnóstico diferencial con otras enfermedades tales como trastornos delirantes, trastorno obsesivo-compulsivo y la anorexia nerviosa encubierta con vegetarianismo como para favorecer el consenso sobre una dieta más equilibrada y confortable». Buena respuesta En referencia a la colaboración de este tipo de pacientes para seguir el tratamiento, el doctor Galindo reconoce que puede haber casos en los que resulte un reto especialmente difícil conseguir que sigan un tratamiento farmacológico, personas obsesionadas con la pureza y una dieta natural, pero «a diferencia de otros pacientes afectados por otros trastornos de la conducta alimentaria, las personas con ortorexia suelen responder mejor al tratamiento, precisamente por esa preocupación por su salud y autocuidado». Además, el trabajar con el entorno inmediato de los pacientes y fomentar la educación nutricional temprana son, según el psiquiatra de la Clínica San Francisco, complementos imprescindibles para alcanzar la solución definitiva al problema.