«Las instituciones culturales de España deberían mirar la riqueza que hay fuera»
Elena González González | Escultora berciana afincada en Bruselas
|||| Se trata de una persona hecha a sí misma. Promociona el arquetipo de los que han lidiado con las dificultades por un objetivo vital hasta consumarlo. Su corolario asoma entre el elenco de escultores más rutilantes de Bélgica. Elena González (San Esteban de Valdueza, 1953) representa al mundo berciano en el corazón de Europa. Arribó de España con apenas 19 años buscando un hueco entre los grandes. Hoy en día, su obra se afianza a nivel nacional tras años de estudio y empleos itinerantes al margen del arte. Ahora expone sus nuevos trabajos, durante todo el mes de octubre, en la Petite Galerie de la avenida Louise, una de las zonas más selectas de Bruselas. -¿De dónde le viene la afición por la escultura? -Mi padre trabajaba mucho la madera. Hacía cosas artesanales. A mí siempre me gustó hacer cosas con barro. No sé cómo describir esa sensación pero me di cuenta que eso me gustaba. De pequeña, bueno, hacia los quince años ya miraba libros de escultura y me llamaba mucho la atención todo el arte africano, sus máscaras, sus personajes estilizados y por supuesto todo el arte figurativo. -De ahí que sus obras sigan una línea en torno a la figura humana... -Sí. Todas mis esculturas son figurativas. Todo parte de la figura humana. Alguna vez parte de instrumentos musicales y lo estilizo hasta borrar lo anecdótico para guardar solamente las emociones. -¿Cómo se produce su llegada a Bélgica? -Acabé la escuela y vine a Bruselas. Mi hermana vivía ya aquí y me acogió en su casa. Me inscribí en la Academia Real de Bellas Artes de Bruselas. Allí estuve tres años haciendo un poco de todo: dibujo, artes decorativos,... Era todo lo que exigían antes de escoger especialidad. Y cuando tuve que elegir me fui a Saint Gilles (barrio tradicional de Bruselas) a hacer escultura porque había un profesor muy bueno en lo figurativo. -¿Cómo fue su experiencia en Saint Gilles? -Yo quería comprender el cuerpo humano desde lo figurativo. Luego más tarde ya empecé a simplificarlo, a depurarlo. Pero durante esa etapa sólo hice figurativo puro sobre modelo. -Y finaliza sus estudios en Anderlecht (zona bruselense donde vive la artista)... -En Anderlecht hice piedra, madera y resina. La resina tuvo su momento, pero la materia no me entusiasmó demasiado. En el último año ya empecé a buscar mi propio estilo y al mismo tiempo trabajaba en casa. -Sin embargo, pasan muchos años hasta que saca su obra a la luz. ¿Por qué se retrasa tanto en realizar su primera exposición? -Hasta que no estuve más o menos segura de mí, no expuse. Había hecho alguna pequeña exposición pero no fue hasta 1992 que empecé a hacer exposiciones. -¿Cómo fue su debut? -Fue en las cuevas de Cureghem. Para mí, la sorpresa fue que gente que no me conocía compró mis esculturas. Ahí me entra serenidad. Me dio bastantes ánimos para seguir, porque yo soñaba con hacer de la escultura mi profesión. A partir de entonces, empecé a trabajar con más ahínco y a producir más. -¿Con qué materiales trabajaba por aquel entonces? -Al principio empecé a vender tierras (cerámica). En las exposiciones, alrededor de las tierras, siempre colocaba las mismas dos esculturas de bronce. Como de aquella no tenía dinero para trabajar en bronce, las ponía muy caras para que nadie las comprara y así poder utilizarlas en la siguiente exposición. Luego con el dinero que iba sacando, ya empecé a hacer más bronces. -¿Ya sólo trabaja el bronce? -Trabajo con bronce casi todo porque es, por el momento, la materia que mas satisfacción me da. La madera y la piedra dan mucho trabajo, pero no descarto volver a ellos cuando la necesidad se haga presente. -Ya a finales de los noventa, llega la etapa de consolidación de su obra. Una obra, de hecho, con un estilo propio y una personalidad identificable... -Se reconoce bastante bien. Saber que tienes un estilo propio siempre te da más autoestima, lo que te anima a trabajar más. -La temática de su obra gira en torno a los estados de ánimo del ser humano, la feminidad, la pareja, la música y el baile... -Sí. Me interesa expresar los distintos estados de ánimo a través de la figura humana. En cuanto a lo de la danza, a veces vienen y me dicen si soy argentina porque tengo esculturas de dos personas bailando un tango. Y es que bailaba el tango con mi padre cuando era pequeña. Y también tengo alguna escultura que me la han comparado al arte africano. Pero lo esencial para mí es eso, que mis esculturas despejen sentimientos que el espectador pueda compartir. -Da la sensación de que sus personajes parecen introvertidos, indefensos, ensimismados,... -Puede ser. Un ejemplo de eso es el «Sans titre». Es un personaje que está muy metido en sí mismo, que se hace preguntas sobre sí mismo y sobre las razones de su melancolía. -¿Se ve reflejada en sus figuras? -Puede que en el tema de la timidez sí. Sin duda en todas hay algo de mí. Todos pasamos por un abanico de sentimientos y yo intento reflejarlos. -¿A qué se debe la forma cuboide de sus creaciones? -Creo que vienen automáticamente, del hecho de estilizar las formas y buscar siempre la desaparición de la anécdota, y sin duda porque no soy insensible al cubismo de Picasso o Braque. -¿Le encuentra defectos a sus obras una vez confeccionadas? -Hay algunas veces que no encuentro defectos. Por ejemplo, el «Sans titre». Lo miro y lo miro, y me parece una obra maestra. Su forma trasera le da una elegancia y una expresión terrible. Después de pasado un tiempo siempre se le encuentra algún defecto a cualquier obra, pero curiosamente eso no me pasa con ésta. -¿Cómo reacciona el público belga ante su arte? -Muy bien. A los belgas les gusta y, de hecho, es aquí donde me han dado mis oportunidades. Es aquí donde han apreciado mi trabajo. Curiosamente, también hay mucho público japonés que se interesa por lo que hago. Tengo varios clientes de allí que se interesan por la evolución de mi trabajo. -¿Cuánto tarda en hacer una escultura? -A veces un mes. Otras veces estoy trabajando tres meses y no saco nada. -¿Qué proceso sigue? -Primero hago la tierra, luego hago el molde y al final la cera sobre el molde. El fundidor se encarga de meter el bronce. Luego yo tengo que trabajar el bronce y hacer una patina (el color que cubrirá la obra). Le dedico mucho tiempo a eso. -¿Por qué patina siente preferencia? -Utilizo indistintamente el negro, el verde y el marrón. Depende del que considere que va a quedar mejor en la escultura, que pueda darle fuerza o por el contrario sensualidad o tranquilidad. -Hay muchos artistas españoles triunfando en Bélgica... -Sí, pero no nos aislamos. Estuvimos reunidos en Las Meninas (una galería de Bruselas) varios años pero luego empezamos a mezclarnos con artistas belgas, franceses, italianos,... Pero una vez reunidos sólo nos diferenciamos por el acento. En mi opinión, creo que las instituciones culturales de España deberían interesarse por la riqueza que existe fuera del país. -¿Han recibido muchas ayudas externas? -La Consejería Cultural de la Embajada de España nos ha ayudado bastante económicamente a los artistas españoles. Nos ayuda a pagar ciertos gastos de las exposiciones. -¿Qué es lo que más echa de menos del Bierzo? -Bueno a mí me faltaba tener al lado árboles y campo. Cuando alquilé mi primera casa, había una habitación que daba a una zona verde y eso me encantaba. Incluso, a veces, cuando mis amigos se dedicaban a divertirse, yo me iba al bosque y me sentía como en el Bierzo. -El año que viene va a exponer por primera vez en tierras leonesas... -En mi pueblo se ha abierto recientemente un centro rural precioso que se llama El valle del silencio. Está justo donde yo nací. El caso es que me han propuesto llevar algunas de mis esculturas en julio del próximo año y dejarlas allí una temporada. Para mí es una ilusión inmensa exponer en el Bierzo y, concretamente, en mi pueblo, San Esteban de Valdueza. -¿Le gustaría exponer en León o en Ponferrada? -Es una ilusión que tengo. La verdad es que me encantaría que la exposición del año que viene en mi pueblo, me abra puertas para exponer en Ponferrada, León y luego cualquier ciudad de España.