¿Qué es una piómetra?

Está ocasionada por una infección bacteriana en el interior del útero durante la fase de diestro donde tienen lugar una serie de alteraciones que lo predisponen a padecer esta infección. Muchas veces es precedida por una hiperplasia endometrial quística o respuesta exagerada del útero debido a una fuerte exposición a la hormona progesterona. Las bacterias suelen colonizar el útero durante el celo, ascendiendo desde la vagina a través del cérvix, dilatado en esta fase, pero desaparecen espontáneamente sin dar lugar a infecciones graves. En condiciones normales, la vagina tiene su propia flora autóctona y es está la responsable acompañada de una serie de factores, del desarrollo de esta grave enfermedad. Puede ocurrir en gatas y perras de cualquier raza y edad y puede ser abierta o cerrada según el estado en el que se encuentre el cuello del útero. En el caso de las piómetras abiertas el propietario observa la salida de una secreción purulenta a través de la vulva, junto a síntomas como el abatimiento del animal, vómitos, anorexia, bebe mucha agua y orina en gran cantidad, etc. En gatas o en perras de razas pequeñas es difícil de apreciar y aunque sea abierta el dueño no se da cuenta hasta que el animal muestra apatía o cualquier otro signo sospechoso. Aún así es más fácil de reconocer que si se tratara de una piómetra cerrada en la que el cérvix no es permeable y por lo tanto el pus se va acumulando en el interior del útero pudiendo llegar a producirse la ruptura de las paredes uterinas u ocasionar una fuerte toxemia y muerte del animal si el dueño no se percata antes del empeoramiento. El reconocimiento de los síntomas acompañado de una radiografía o de una ecografía abdomal conducen al diagnóstico definitivo. La ovariohisterectomía o castración es el tratamiento de elección en estos casos, a menos que el propietario quiera conservar al animal como reproductor. Una antibioterapia rigurosa y la adimistración de fluidos intravenosos no siempre dan buenos resultados sobre todo si se trata de animales de edad avanzada. Lo ideal sería realizar una análisis completo para ver el estado del animal y estabilizarlo, en caso de que fuera necesario antes de la cirugía, pero la mayoría de las veces no da tiempo y se procede a una intervención quirúrgica de urgencia. La resolución del cuadro séptico únicamente se produce tras la intervención y podemos ver poco a poco como la paciente se va recuperando en las horas siguientes. Esta patología puede afectar a hembras jóvenes que han sido sometidas con cierta regularidad a tratamientos hormonales para interrumpir el celo o a la administración de estrógenos como método abortivo cuando ha tenido lugar un apareamiento de forma accidental. Para evitar este problema una vez que la hembra ha tenido su primer celo, y si no pretendemos criar con ella, es conveniente la castración, nunca antes ya que podría desarrollar problemas de incontinencia urinaria. Junto a esto también acabaremos con los molestos embarazos psicológicos y disminuirá enormemente la probabilidad de aparición de tumores de mama. Nuestra mascota seguirá siendo la misma, pero eso si, probablemente gozará de una vida más larga y de mejor calidad.