Nissan Qashqai+2, espacio suplementario
Siete plazas, cuatro motores, tres cambios, dos tipos de tracción (4x2 y 4x4) y tres acabados. Nissan suplementa con un «+2» la carrocería del todocamino Qashqai, dotándolo de mayor versatilidad y modularidad interior. Su tarifa oscila entre 20
Extensión modulable. Como su hermano «pequeño», el nuevo Qashqai+2 mantiene la oferta de cuatro motores (dos gasolina y otros tantos diesel) aunque, como fácilmente puede suponerse, seguirán siendo las mecánicas turbodiesel las que más tiren de la oferta «+2» del apreciado todocamino firmado por Nissan. El fabricante nipón ofrece ahora una carrocería más larga y alta que la de cinco plazas y, aunque visualmente no lo parezca tanto, resulta que el Qashqai+2 se ha convertido en un coche totalmente nuevo, justo a partir de su primer pilar, el del parabrisas. Así, las modificaciones exteriores afectan a las cuatro puertas (más grandes las traseras para facilitar el acceso a las dos plazas suplementarias), también a las ventanillas laterales y al portón trasero, incluso la parrilla frontal es de nueva factura. A la vez que el techo panorámico acristalado ha crecido 14 centímetros, para adecuarlo a las nuevas dimensiones generales de la carrocería. Los 14 centímetros suplementarios que ahora propone la renovada batalla del Qashqai+2, propician un habitáculo más generoso para poder alojar la tercera fila de dos asientos escamoteables, enfocados a una utilización infantil o de adultos en recorridos «de fortuna», con respaldos regulables en siete posiciones y -ya se ha dicho- con la posibilidad de esconderlos en el piso del vehículo actuando sobre un sencillo mecanismo, una simple cinta en los respaldos. Cuando los asientos están en posición cerrada, la zona del maletero es muy plana y 140 litros de capacidad, que puede llegar hasta los 550 litros, una cota bastante superior a la de su hermano menor. Bajo el piso del maletero hay un par de «pisos», uno para guardar objetos fuere de la vista y otro la rueda de repuesto de emergencia. Paralelamente a esta nueva aplicación, la fila central tienen banqueta corredera (hasta 24 centímetros) para facilitar el acceso a la tercera fila. La versatilidad es uno de los aspectos sobre los que ha trabajado el fabricante, de forma que el Qashqai+2 ofrece mayores posibilidades de organización interior y confortabilidad para los ocupantes: más espacio para la cabeza y también para las rodillas. El centenar de kilos «a mayores» en la romana del «+2», trae aparejadas ciertas modificaciones técnico-dinámicas en el vehículo. Revisión al alza de los tarados de suspensión (muelles y amortiguadores) ahora bastante más firmes, la dirección está más asistida, de forma que se torna más suave y también los frenos reciben un extra de eficacia (mayor diámetro en los discos delanteros). Consecuencia: el aumento de peso, cotas y capacidad interior no influye negativamente, más bien al contrario, en el comportamiento dinámico de un coche que ya ofrecía innegables ventajas ruteras. Aunque parece evidente que deben ser las dos mecánicas de gasóleo -de origen Renault-, el 2.0 DCI (150 CV) de nuestra unidad de pruebas se ha mostrado especialmente prestacional, nada «consumista» (menos de 7 litros como media) y fácil de conducir, Nissan mantiene su confianza en otros dos motores de gasolina para la movilidad del Qashqai+2; se trata del 1.6 litros (115 CV) y del 2.0 litros de 140 CV. Las motorizaciones más bajas se unen a la tracción delantera. En suma, un todocamino que se torna ahora más interesante por su mayor capacidad y versatilidad, cuya estética, aún con el alargamiento, no desentona en absoluto, de forma que el Qashaqai+2 ofrece una imagen de coche moderno y bien realizado, con una gama estructurada en torno a tres acabados: Visia, Acenta y Tekna. Todos adoptan de serie 8 airbag, aire acondicionado, radio con CD y MP3, ordenador de viaje y ESP.