La Navidad y sus peligros para las mascotas
Los animales de compañía pueden verse atraídos por plantas ornamentales, dulces o adornos típicos en estas fechas y darnos algún disgusto inesperado
Son fechas de encuentros, celebraciones, viajes, pero lo más atractivo para nuestras mascotas son los adornos navideños. Comenzando con el tradicional árbol que decora todas las casas, en el caso de que sea natural debemos tener en cuenta que, el cedro, el abeto, el pino y el enebro, contienen aceites tóxicos, que aunque rara vez pueden ser causa de intoxicación, debido a que suele ser ingerido en muy pequeñas cantidades, en algunos animales puede dar problemas.
Un gato se recreará a placer con todos y cada uno de los espumillones, lazos, bolas o luces que se encuentre a su paso. Todo despertará su curiosidad y será para él el juguete perfecto. Los lazos, telas etc, pueden ser ingeridos y ocasionar graves trastornos digestivos, que en la mayoría de los casos puede que no den síntomas hasta pasados unos días, obstrucciones intestinales, estreñimiento, gastroenteritis, etc. Las luces son muy llamativas y sobre todo los cables, que deben estar bien protegidos para no ser mordisqueados y que provoquen una electrocución.
Mucho cuidado también con las plantas ornamentales, como la flor de pascua o estrella de navidad, es importante no dejarla al alcance de las mascotas. La toxicidad de esta planta se debe a su irritante savia, compuesta de varios sustancias irritantes, entre ellas la euforbina, responsable del cuadro tóxico. Si el animal mastica sus tallos, ingiere este líquido lechoso o bien entra en contacto con sus ojos o la piel tendrá un efecto caústico irritante, presentándose diversos signos en función de la zona expuesta. Glositis (inflamación de la lengua), faringitis, vómitos, diarrea, dificultad para tragar, en felinos abundante salivación. Si han sido ingeridas grandes cantidades se puede llegar a observar cuadros nerviosos más graves. También puede producir queratitis, conjuntivitis e incluso úlceras corneales.
Otra planta que se identifica con estas fiestas, en este caso adornando los jardines, es el acebo, arbusto que además está en peligro de extinción. La toxicidad se liga a problemas gastrointestinales, que serán más o menos severos en función de las cantidades ingeridas. Tanto las bayas como las hojas son tóxicas, estas últimas no llaman tanto la atención de nuestras mascotas por estar provistas de espinas. El cuadro clínico que se observa son náuseas y vómitos profusos, debido al fuerte efecto emético y purgante de los compuestos que forman parte de estos frutos. Se puede complicar con diarrea y por lo tanto una marcada deshidratación e incluso somnolencia o alteraciones nerviosas. Se considera que la ingestión de 20 bayas por un pero de talla media, pueden ser suficientes para provocarle al muerte.
Por último hablar de los dulces y sus envolturas, que no faltan en ninguna mesa y que, tanto a perros como a gatos les encantan, y hacen lo imposible para acceder a ellos cuando el propietario no está presente. Por ejemplo, el chocolate en grandes cantidades provoca temblores, espasmos, hiperactividad y excitación debido a la teobromina, que puede llevar en caso extremo a la muerte del animal.
Teniendo una serie de precauciones la familia podrá disfrutar de las navidades sin sufrir ningún contratiempo. De vez en cuando debemos intentar pensar como ellos, pasan mucho tiempo solos durante el cual sus cabezas tratan de idear la mejor forma de pasar un rato divertido, y si hay comida y juguetes de por medio mejor.