Marco incomparable

|||| La otra musa de Lancia se llama Anne Igartiburu. Un año después de que Carla Bruni revolucionara el mundo del automóvil -”tal vez la última alegría que vivió un sector tan castigado-” con su famoso: desnudo con guitarra sobre tapicería de alcántara, llega la rubia presentadora vasca dispuesta a subirse también al carro (nunca mejor dicho) y a promocionar con su imagen -”casi ursulina, comparada con la atrevida y sensual Bruni-” otro coche de la misma marca.

Vestida con un sobrio esmoquin negro (nada que ver con las transparencias brunilescas) y discretamente maquillada, Igartiburu presentó el miércoles en Barcelona el nuevo Lancia Ypsilon Armand Basi, un coqueto utilitario del que sólo se fabricarán cien unidades -”en blanco, negro y plateado-”, y que pretende casar por lo civil el mundo del motor con el de la moda. Su diseño, pensado sobre todo para mujeres, ha corrido a cargo del prestigioso modista Markus Lupfer, quien aprovechó la ocasión para anunciar que en un mes presentará en «un lugar espectacular e ínsolito» de Londres su nueva colección de moda femenina.

A Anne se la veía encantada de seguir los pasos de Bruni...

Recuerdos

Hasta que alguien le recordó que, justo hace ahora un año, a la famosa modelo italiana se le juntó la promoción del automóvil con su sonado romance con Sarkozy. «Mira que si te ocurriera a ti algo parecido...», le comentó en tono cordial una periodista. Fue decir eso y cambiar el semblante de Igartiburu, que se tomó la inocente broma casi como ofensa y a partir de ese momento se mostró hermética y a la defensiva. Tan seria y distante se puso que la periodista en cuestión se quedó pensando si no habría dado en el clavo...

Esto, en cuanto a las especulaciones, porque la versión oficial fue otra. La presentadora contó que está muy tranquila, encantada con la película que acaba de rodar, y en cuyo doblaje trabaja actualmente; que con tanta actividad le queda poco tiempo para ejercer como madre, pero que, al margen de la cantidad, los momentos compartidos con su hija tienen «mucha calidad». De ¡Mira quien baila!, el concurso que ella dirige magistralmente, elogió a Manuel Bandera y lamentó la ausencia de Ana Obregón, de baja por enfermedad. Y en cuanto a amores... Admitió que los falsos rumores, como el de su presunto idilio con Feliciano López, siempre son un fastidio, pero que «es un alivio que la otra parte lo haya desmentido rápidamente». Y ante la pregunta: «¿Algo nuevo que contar en el plano sentimental?», respondió con un tajante: «No, ante un micro».

Y mientras Anne Igartiburu «vendía» coches, un experto en coches como el piloto probador de Fórmula-1, Pedro Martínez de la Rosa, «vendía» zapatos. ¿El mundo al revés? No, cosas de la Bread & Butter, la feria de moda urbana que esta semana se ha celebrado en Barcelona y que, por internacional y dinámica, resulta ser un marco incomparable para exponer un producto ante los ojos de millones de consumidores.

Recostado en su imponente bólido McLaren y con un zapato en la mano de la misma marca, De la Rosa confesaba que pese a ser imagen de un calzado megafashion y high-tech , con sistema de amortiguación y ventilación incorporados, a él la moda como que no le dice gran cosa. «A mí la única ropa que de verdad me importa es el mono de trabajo».

Olivia de Borbón, Elsa Anka, Pedro Marín y el motorista Toni Elías fueron algunos de los famosos que también se dejaron caer por la Bread & Butter. En su caso, no para vender nada, sino para disfrutar del desfile-fiesta ofrecido por el diseñador Custo Dalmau, cuyos parties tienen fama de ser los más cool de esta feria que acaba de decir bye, bye a Barcelona.