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VW Scirocco, un regalo para la vista... y los sentidos

Sugestiva imagen trufada en equilibrado comportamiento dinámico. Volkswagen recupera un nombre, y una filosofía, que ya se hiciera célebre hace décadas en los catálogos del fabricante germano. Su precio oscila entre 22.910 y 29.790 euros

Publicado por
León

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|||| Una perla para un segmento poco concurrido. Práctico y divertido, con un motor turboalimentado que, asociado al reconocido cambio secuencial DSG, rinde 200 «redondos» caballos.

Con estos mimbres, y algunos otros sugestivos aditamentos, VW vuelve a proponer, a reinterpretar dos décadas después, su particular viento del sahariano para poner al Scirocco III en la diana de una compra sensitiva .

Ya se sabe que el de los coupés -”puros y duros-” es un segmento para conocedores apasionados, dispuestos a «sufrir» alguna que otra incomodidad y, paralelamente, a disfrutar con «su» automóvil. Este es el caso del resurgido Scirocco: un coche para disfrutar conduciendo.

Morro en cuña y zaga truncada, la regla de oro estilística para cualquier coupé que se precie, sólo que en el caso del Scirocco, es precisamente la zona posterior la que más impacta visualmente.

La clave de ese impacto visual hay que buscarla -”y encontrarla-” en una generosa anchura de «hombros», acompañada de un techo descendente y de un también generoso equipo rodante, que hace que el coche parezca aún más pegado al suelo y con sensación de automóvil aplomado.

Las cotas son también acordes con la filosofía del modelo: 4,26 metros de largo (6 centímetros más que el nuevo Golf); 1,81 de ancho y 1,40 de ancho con, además, unas generosas vías (1,59 metros delante y 1,57 detrás)... ahí están muchas de las claves de su comportamiento dinámico.

En el interior el fabricante ha optado por no «engañar»; es decir, por «conformarse» con ofrecer cuatro auténticas plazas, obviando la tentación de publicitar una supuesta tercera plaza central trasera que, con buen criterio, se deja en dos butacas individuales... por si se tercia, que ya se sabe que un coupé es para dos . El maletero, que ronda los 300 litros, cumple con su cometido.

La racionalidad, no exenta de funcionalidad, es la clave para que este nuevo Scirocco pueda utilizarse normalmente cada día en, eso también, la generalidad de su oferta motorística por mucho que, como cabe suponer, la filosofía del modelo concuerde sobremanera con la versión turbo de 200 CV unida, ya se ya dicho, al cambio DSG.

Eso sí, la racionalidad del Scirocco tiene su punto flaco en la rueda de repuesto de emergencia, la dichosa galleta , que resta seguridad y no es precisamente una de las soluciones más acordes con un modelo de estas características.

Apuntar, para los amantes de las curiosidades, que desde el Corrado (1995) Volkswagen no tenía un coupé compacto en sus catálogos, un modelo realizado por Karmann, que pasó con más pena que gloria por los catálogos de la marca aún con sus potenciadas versiones G60 y VR6 (heredadas del Golf). Aquel primitivo Corrado sustituía al poco afortunado estéticamente Scirocco II de 1989, cuya máxima expresión era entonces una versión GTX de 139 CV, sucesora de un primer Scirocco (entre 1974 y 81) firmado por Italdesign y animado por motores de 70 y 85 CV, con caja de 4 velocidades... igualito que ahora.

En suma, que el nuevo Scirocco, fabricado en Portugal y que comparte plataforma y motores con el también reciente Golf VI, hace gala de una buena terminación general y de una buena relación precio/equipamiento.

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