Ruina

|||| Malos tiempos para la lírica... Decía una canción de los ochenta. Pero es que ahora son malos tiempos hasta para la épica. Y no digamos para la matemática... Nefastos tiempos, por supuesto, para el sector inmobiliario y la industria de la automoción.

Por eso, Raquel Mosquera no podía haber elegido un peor momento en esta vida para arruinarse. La noticia, como saben, es que Raquel vende su coche y su casa, dos posesiones prácticamente invendibles hoy día. A menos, claro está, que las regales. Y Raquel no está para regalar nada, sino para convertir en líquido algo tan aparentemente sólido como podrdía ser un pedazo de chalé de casi cuatrocientos metros cuadrados de superficie y un todoterreno traído de importación.

El objetivo es sacar a flote su peluquería, que por lo visto hace aguas. Y eso que el negocio peluquero debería ser ahora mismo uno de los más boyantes, dado que la crisis ha llegado así, de golpe... ¡Y nosotros con estos pelos!

La que fuera viuda de Pedro Carrasco y ahora ex mujer de Tony Anikpe quería vender su chalé por 150 millones de pesetas -”para sumas de este calibre es mejor hablar en castellano antiguo-”, pero lo ha dejado en ciento diez.

Y es que actualmente sacar a la venta un piso es lo más parecido que existe a concursar en El precio justo .

Tú pones un precio al tuntún -”a poder ser no muy alto, no sea que te pases y te descalifiquen-” y esperas a ver si cuela.

La propia Raquel ha confesado que sus problemas económicos se deben a la espiral de derroche en la que se sumió al conocer a su segundo marido.

Cuenta que se gastó una fortuna en ropa de marca para ella y para su Tony.

Y, francamente, recordando cómo iban las cosas, sólo añadiré que hay que ver lo caro que sale realmente el mal gusto. Te puede llevar a la ruina si no tienes cuidado.