Fauna y flora

|||| Florecitas y animalitos, en palabras del propio diseñador, han inspirado la nueva colección de Custo Barcelona para el Otoño-Invierno de 2009-2010. La propuesta, denominada «Eco-Glamour», se presentó el pasado jueves en la Semana de la Moda de Nueva York y fue aclamada como la más elaborada, sofisticada y cercana a la demi-couture de todas las realizadas hasta la fecha por el famos diseñador catalán.

De «Lacroix urbano» llegó a calificar un experto en moda a este renovado Custo Dalmau que, tras doce años desfilando en Nueva York, empieza a otear nuevos horizontes. «Doce años son muchos años -”comentó Custo a esta periodista-” y tal vez sea el momento de plantearse otra cosa. No pienso en un cambio inmediato, pero el día que deje la pasarela neoyorquina, me iré sin duda a la de Milán -”adelantó-”. En Italia entienden de verdad de moda y allí me siento querido y muy comprendido. En Estados Unidos no es que me ninguneen, me ven como una propuesta distinta y muy especial, pero aquí, para qué nos vamos a engañar, entienden de moda dos personas, como mucho. Las directrices las marcan los cuatro popes neoyorquinos y si te sales del margen eres un proscrito. En Estados Unidos la moda es puro márketing».

Custo lo pudo decir más alto, pero no más claro. Esas fueron sus palabras antes de saltar a la arena neoyorquina con una maleta rica en tejidos -”había sedas y abrigos de auténtica lana inglesa-”, en combinaciones imposibles, en brillos, flecos, lentejuelas... Con una variada paleta que iba de los verdes más chillones a los azules más matizados, pasando por los fucsias y los grises. «Hay muchas alusiones a las pieles de animales -”explicó Custo-”, pero hemos trabajado con materiales sintéticos. Todos debemos ser ecologistas y a mí me preocupa mucho el planeta, pero si nos ponemos demasiado radicales perdemos todo el glamour. Un desfile a base de algodón orgánico quizá hubiera sido aún más ecológico, pero habría quedado muy rústico».

En un Nueva York donde aún resuenan los ecos de la rutilante fiesta que dio Armani en la Quinta Avenida -”«me lo encontré esa noche en una discoteca. Iba con Leonardo di Caprio y con Paris Hilton», contó Custo divertido-”, el diseñador catalán hizo pocas concesiones a la galería. «A veces he recurrido a fa mosos, pero la verdad es que prefiero que la auténtica famosa sea la colección que prese nto», dijo.

Conocidos

Entre las caras más conocidas se pudo ver a la modelo catalana Elisabeth Mas, que desfilaba por primera vez en la Gran Manzana, y a la madrileña Nuria de la Fuente, modelo que, sin hacer tanto ruido com Eugenia Silva o Ariadne Artiles, lleva ya siete años afincada en Nueva York y trabajando a destajo. Entre tanta maniquí de 16 y 17 años -”«muchas vienen al casting con sus mamás», contó el diseñador-” Elisabeth, de sólo 21 años, y Nuria, que tienen algunos más, se sentían casi «jubiladas».

Pero la cosa iba de animalitos, y la verdadera celebridad de la noche fue Ginger, una graciosa perrita maltesa con las orejitas y el rabo teñidos de color rosa chicle, por capricho de su dueña, la cantante Aubrey O-™Day, una rubia bastante hortera que es famosísima en Nueva York (ha actuado con Puff Diddy, ha posado para Playboy) y que, para entendernos, viene a ser un cruce entre Paris Hilton y Belén Esteban.